Economía

¿Disminuye la pobreza en Venezuela?

El Instituto Nacional de Estadística asevera que la pobreza disminuyó entre 1999 y 2005 en siete (7) puntos porcentuales. Es cuestionable este milagro estadístico cuando en ese lapso el ingreso por habitante cayó seis (6) por ciento, la tasa de desempleo abierto aumentó desde 11,0% en 1998 a 12,2% en 2005 y la tasa de inflación reflejó un incremento acumulado de 258,0%.

Cuando el presidente Chávez, como suele hacerlo desde Aló Presidente, regaño a la directiva del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), a mediados de 2005, con esa alocución se decretó la disminución administrativa e instantánea de la pobreza. Con el conocimiento que le es característico, Hugo Chávez aseveró que las cifras que la autoridad estadística elabora para medir la pobreza en Venezuela tenía un tufillo de neoliberalismo y que había que cambiar la metodología de cálculo. Santa palabra. Bajo esta administración lo funcionarios públicos de alto, medio y bajo nivel dejan de serlo para convertirse en serviles y escribientes de órdenes verbales dictadas apresuradamente. Es vergonzante ver a ministros y jefes de institutos como si fuesen borregos mandados por un capataz.

Medición de la pobreza

Las medidas convencionales de la pobreza se basan en la llamada línea de pobreza la cual consiste en comparar el ingreso monetario que percibe una persona o una familia con el valor de una determinada canasta de consumo. Esta canasta puede contener exclusivamente bienes de consumo en cuyo caso se estaría midiendo la pobreza crítica. Cuando se trata de una canasta que además de contener bienes de consumo incorpora también servicios, al cotejar el valor de esa canasta con el ingreso se contabiliza entonces la pobreza general.

El gran argumento que esgrimen las autoridades para explicar la reducción de las pobreza es el efecto del crecimiento de la economía, la generación de empleo y el impacto favorable de las misiones. Cuando se analiza el comportamiento de la economía durante 2004 y 2005 se aprecia un crecimiento económico cuantitativamente muy importante por el orden de 17,9% y 9,4%, respectivamente. Con tales niveles de expansión de la economía es lógico que la pobreza se haya reducido. Lo que es cuestionable es la disminución de diez (10) puntos porcentuales en un año al pasar los hogares pobres de 47,0% en 2004 a 37,7% en 2005, cuando ese año el empleo formal del sector privado se redujo en más de 135.000 personas.

Pero más allá de las cifras puntuales de un año a otro existe un problema metodológico importante y es el referido al hecho de que el INE utiliza para valorar el costo de la canasta de consumo que sirve de referencia para la medición de la inflación su propio índice de precios, en lugar de emplear el que estima el Banco Central de Venezuela, el cual se emplea como referente de la inflación en Venezuela. Esto es muy discutible porque no se conoce la técnica empleada por el INE para el cómputo de ese índice de precios. Por ello, el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), con base en las encuestas primarias que elabora el INE realiza sus mediciones, las cuales arrojan resultados diferentes a los del ente oficial, como se observa en el cuadro.

(%=Link(«http:/media/6589536.doc «,»Mediciones de la pobreza»)%)

Definitivamente, las cifras del INE deben llamar a la reflexión. Se reconoce que la pobreza no aumenta ni disminuye de manera abrupta, salvo que ocurra un cataclismo económico y social en un país. Los datos del INE se mueven como una montaña rusa. En cambio, según la UCAB, la pobreza presenta un comportamiento más estable, tanto cuando aumenta como cuando disminuye, como cabría esperar. Pero hay más. En 1999, la economía venezolana experimentó una fuerte contracción al cifrarse la caída del PIB en 6,1% mientras que el ingreso por habitante disminuyó 7,9%, con lo cual, en promedio, el ingreso de los venezolanos cayó en esa magnitud. ¿Cómo puede explicar el gobierno una reducción de la pobreza de casi dos (2) puntos porcentuales en 1999 cuando el ingreso recibido por venezolanos se contrajo en casi 8,0%? Ese milagro estadístico no se había visto en ningún país, salvo en esta Venezuela. Pero hay todavía otra razón para asombrarse con la contabilidad de la pobreza del INE. En ese año, 1999, el desempleo abierto aumentó significativamente al ubicarse en 14,5% con relación al 11,0% en que se situó ese indicador en 1998. Es muy difícil que con cierta coherencia las autoridades del INE puedan explicar semejante contradicción.

Desde una perspectiva de mediano plazo, obsérvese estos datos. De acuerdo con el INE la pobreza general pasó de 43,9% en 1998 a 37,0% en 2005, es decir una disminución de aproximadamente siete (7) puntos porcentuales. En ese mismo lapso, el ingreso real promedio que perciben los venezolanos disminuyó a un ritmo de 0,9% anual para una caída acumulada de los ingresos de 6,0% en siete años, entre 2005 y 1998. Durante el mismo período, la tasa de desempleo abierto pasó de 11,0% en 1998 a 12,2% en 2005, con todo y la creatividad estadística oficial que hace que haya aumentado de forma importante la población inactiva, entre otros elementos. Algo no cuadra en las cuentas del INE. El daño que se le está infligiendo a la credibilidad de las estadísticas en Venezuela debe ser reparado para con ello evitar su uso como instrumento de la política oficialista.

Rebrota la inflación mundial

Tarde o temprano se tenía que sentir el efecto de los elevados precios del petróleo. No obstante los aumentos de productividad y la disciplina monetaria que mantienen la inflación a raya, incrementos sostenidos de los precios de la energía se reflejarían en los índices d inflación. En los Estados Unidos, la tasa de inflación de abril acusó un aumento mensual de 0,6% superior a la de marzo que alcanzó 0,4%. Con ello la tasa anual de inflación registró un ascenso de 3,5%. Durante abril los precios de la gasolina subieron 8,5%. Si se excluye el impacto de la energía en el cálculo de la inflación, la tasa de inflación básica se ubica en 2,3%. Ya el Banco Central, la Reserva Federal, anunció su disposición a continuar con las alzas de las tasas de interés con el objeto de contener las presiones inflacionarias. Si esta propuesta se materializa se encarece el costo del endeudamiento para los países deudores entre ellos Venezuela y se desvaloriza la deuda. Malas noticias en el horizonte.

El chino de Pedro Carreño

El diputado Pedro Carreño quiere hacer justicia, justicia revolucionaria. Las culpas recaen sobre Jesús Caldera Infante, ex presidente de Fogade, a quien le imputan casos de corrupción. Así paga el diablo a quien bien le sirve. Caldera Infante, se dedicó a perseguir y a hostilizar a funcionarios honestos de Fogade, cuyo único delito fue haber firmado la solicitud de referendo revocatorio. Ahora le tocó su turno. Esta en la lista de espera. Pero la agilidad y eficacia del capitán Pedro Carreño para perseguir la corrupción es asimétrica. Con el caso del Complejo Agroindustrial Ezequiel Zamora prometió investigar hasta sus últimas consecuencias, pero el ánimo le duró hasta que descubrió que la sede del Comando Maisanta de la ciudad de Barinas se había financiado con los fondos destinados al central azucarero. Después quisieron que la cuenta la pagara oficiales de la FAN. Resultado: un cajero de Banfoandes preso. El ímpetu investigador de Carreño es de poco aliento. Se le mojó la pólvora cuando se topó con el lomito: el Ministerio de Finanzas y lo relativo a la compra de edificios con sobreprecio, la colocación de fondos en ciertos bancos y las operaciones con bonos de la deuda pública. Cuando Lusinchi la culpa del desfalco de la entrega de dólares preferenciales por parte de Recadi recayó sobre un chinito y los peces gordos resultaron ilesos. Cada gobierno tiene su chino.

Crecimiento: realidad o espejismo

Al publicar el BCV las cifras sobre crecimiento de la economía dos fueron las reacciones y una la crítica. Esta última cuestiona las estadísticas que elabora el Instituto Emisor. De todas las estadísticas nacionales las del BCV son las mejores y son confiables, salvo algunas dudas puntuales en ciertos indicadores. Unos consideran que Venezuela marcha hacia un crecimiento sostenido porque ha crecido durante diez (10) trimestres consecutivos. Craso error. La sostenibilidad del crecimiento hace referencia al largo plazo, cuyo ejemplo en América Latina es Chile, cuya economía ha mantenido una expansión durante veinte (20) años consecutivos, es decir ochenta (80) trimestres. Otros consideran que se trata ciertamente de un crecimiento, pero propulsado esencialmente por el gasto público financiado con el ingreso petrolero y que además existen dudas de que esa expansión sea sostenible. Si el motor del gasto pierde fuerza lo mismo pasará con el gasto privado y hasta allí llegará el crecimiento, tal como ha ocurrido en el pasado, porque la economía venezolana ahora es más vulnerable a los precios del petróleo. Desde otro ángulo, el crecimiento se explica por el sector que produce bienes transables, comercio, construcción, comunicaciones, entre otros, lo que refleja la apreciación del tipo de cambio real.

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