Economía

El largo y tortuoso camino de una buena inversión…

En estos meses de «altibajos» (más bajos que altos) de los precios de la mayoría de las acciones del mercado de Wall Street, es probable que más de un inversionista se haya sentido altamente frustrado con los resultados de su portafolio accionario. También es probable que más de una persona haya tenido que vender a pérdida sus acciones, a fin de cubrir con los requisitos de margen establecidos por las diferentes sociedades de corretaje. Y probablemente más de uno estará criticando a su Asesor Financiero por sus recomendaciones, que en papel no han generado los ingresos esperados y en algunos casos hasta han generado pérdidas.

Lo acontecido hasta la fecha en el mercado bursátil a nivel mundial invita a la reflexión sobre lo que implica este tipo de inversiones, sobre el entorno económico que afecta el precio de las acciones de la empresas que en ella participan, y sobre las expectativas de crecimiento financiero de dichas acciones.

El año de 1999 fue uno de grandes utilidades para los participantes del mercado bursátil Norteamericano. Prácticamente a diario, el precio de gran número de acciones subía, parecía que no existía un tope. Las personas que se dedicaron a la compra-venta interdiaria de acciones siempre lograban ganancias al final del día. Poco importaba la situación financiera de la empresa cuyas acciones se estaban adquiriendo, de sus planes de crecimiento, de su nivel de endeudamiento, del mercado en que el participaba. Si era «cualquiercosa.com» era un «buen negocio», porque de seguro que el precio de la acción subiría unos cuantos dólares al final del día. Ejemplo de esto es el caso de la empresa Yahoo, que en un día podía subir más de US $20, o el de «Comerce One» que llegó a valer sobre los US $300 (más que IBM!), y en un día normal podía subir más de US $30. Sin embargo, nuestros padres bien decían que «lo que fácil se logra, fácil se pierde».

También el campo de las empresas «tecnológicas» mostró incrementos significativos en los precios de sus acciones. Pero, ¿Cuales empresas son las pertenecientes a la rama tecnológica?. Wall Street tiene una clasificación que resulta un tanto ambigua. Según los analistas financieros Norteamericanos, toda empresa vinculada con el sector de computación, pertenece a la rama de las «tecnológicas». Entonces quiere decir que las empresas de telecomunicaciones, internet, biotecnología, automotriz, etc., no son empresas tecnológicas?

Más adelante la noción de inflación empezó a jugar un papel importante en el mercado bursátil. Cada vez que el Sr. Alan Greenspan declaraba, el mundo temblaba. Si sus discursos indicaban que en la futura reunión del Comité de Finanzas de la Reserva Federal, aumentaría las tasas de interés; el mercado accionario caía. Si su posición era neutral o contraria a modificar las tasas de interés, entonces se observaba un incremento sustancial de precios (comúnmente denominado «rally»). Verdaderamente, el Sr. Greenspan probablemente ha mostrado ser el hombre más influyente en las finanzas mundiales.

Algunos artículos, han inter relacionado los términos «inflación» y «precio de las acciones» del mercado norteamericano (El Universal, 11/10/00). Sin embargo elevados precios e inflación no son sinónimos. Los precios pueden subir significativamente pero no necesariamente estar ligados a la inflación. Ese ha sido el caso en Estados Unidos, donde los precios de algunas acciones subieron más de un 100%, mientras la inflación se mantuvo en niveles del 6,5%.

También se ha utilizado el término «burbuja financiera» (El Universal 11/10/00). Es importante señalar que este término fue utilizado cuando los mercados financieros asiáticos sufrieron una brusca caída a finales de 1997. El mismo, bien utilizado en ese entonces, reflejaba un crecimiento económico irreal. Los países asiáticos tenían grandes proyectos de inversión e infraestructura, pero todos en vías desarrollo. Las Instituciones Financieras «fabricaban» dinero para otorgar préstamos de corto plazo a proyectos de largo plazo. Lógicamente, al vencerse los préstamos, y los bancos reclamar sus pagos, las empresas no habían alcanzado los niveles de producción que les permitieran cumplir con sus obligaciones financieras. Consecuentemente la crisis financiera…bancos carentes de liquidez monetaria y deudores que no podían pagar. Este definitivamente no es el caso de Estados Unidos, y por lo tanto el término «burbuja» financiera no aplica.

Estudiando la economía norteamericana, es posible observar que hoy por hoy no solo la inflación se encuentra bajo control, sino que existe una sólida prosperidad. Los principales indicadores macroeconómicos muestra lo siguiente: un Indice de Precios al Consumidor de 3.5% (acumulado a Septiembre de este año), un Producto Interno Bruto de 7,4%, el Ingreso Personal aumentó en un 3,8% mientras que el Gasto Personal aumentó 2,2% (esto indica que los norteamericanos ahorran 1,6% de sus ingresos), el Déficit Comercial disminuyó por primera vez en $2.3 millardos, indicando que las exportaciones fueron mayores que las importaciones, y el presupuesto nacional presenta un superávit tal que se prevée que dentro de 15 años, Estados Unidos habrá cancelado totalmente su deuda internacional.

Ahora bien, ¿En realidad podría pensarse que el área tecnológica de Norteamérica no continuará desarrollándose?. No nos olvidemos en que siglo estamos, y el cuál es el rol primordial que juegan todos los adelantos científicos en nuestro día a día. ¿Cuántos de nosotros dependemos de una computadora para nuestro trabajo, o utilizamos un celular para facilidad de comunicación, o del Internet para velocidad de respuesta? ¿Cuántos investigadores no requieren de aparatos más sofisticados para su trabajo, para descubrir la cura contra el cáncer, o para ubicar las causas del mal de Parkinson y luego establecer sus respectivos tratamientos?

Entonces, ¿Qué está sucediendo con el mercado accionario de Wall Street?. Es un asunto de EXPECTATIVAS. Básicamente, muchos inversionistas han estado frustrados, ya que no han alcanzado aquellas elevadas ganancias que disfrutaron el año pasado. En otras palabras, abundan los que quieren ganar mucho, en poco tiempo. Para reflejar esto basta con observar lo ocurrido el día 25 de Octubre, con relación a la empresa Nortel. El precio de la acción bajo un 29%, luego de que anunciara sus resultados financieros, los cuales no cumplieron con las expectativas de sus inversionistas. Pero, ¿Cuales expectativas?. La empresa mostró ventas por US $ 7.31 millardos, y lo esperado era de US $ 7.5 millardos; su utilidad por acción fue de 18 centavos, 7 centavos más que para el mismo período del año anterior; y sus utilidades derivadas de la operación de fibra óptica fueron 90% superiores a lo estimado. Es de suponer entonces que en este caso prevaleció la avaricia sobre la razón financiera. Y lo que resulta interesante es que empresas como Applied Micro Circuits (bajó 25%), JDS Uniphase (bajó 24%) y Cisco (bajó 8%) también sufrieron pérdidas en su valor, porque son empresas que hacen negocios con Nortel. Si una empresa muestra ventas de US$ 7.31 millardos, ¿Cómo puede irle mal a alguien que haga negocios con ella?. Nuevamente, es un asunto que tiene que ver con unas expectativas extremadamente elevadas.

¿Qué se puede esperar de Wall Street en el futuro, y que debe hacer un inversionista de este mercado?. Es muy probable que el largo y tortuoso camino hasta ahora experimentado, prevalezca durante las próximas semanas, pero hacia el final del año, cuando los tesoreros de las grandes corporaciones salgan a terminar de gastar sus presupuestos (léase realizar compras de equipos y servicios en cantidades apreciables), y los consumidores tradicionales (gente como usted y yo) salgan a realizar sus compras relativas a las festividades de fin de año, entonces es muy probable que se observe una recuperación interesante.

No nos olvidemos además de que en Estados Unidos se celebraran elecciones Presidenciales a principios de Noviembre, y el partido actual partido de gobierno, responsable en gran parte de la estabilidad económica del país, desea ganar y por ende hará lo necesario para continuar mostrándole a su pueblo que los negocios están «mejor que nunca».

En conclusión, es recomendable mantener la calma, no endeudarse demasiado con su portafolio de inversiones para evitar ser «llamado a margen», seleccionar cautelosamente las acciones a comprar, y establecer un objetivo de inversión a mediano o a largo plazo. Los mercados bursátiles han demostrado a lo largo de la historia, que su tendencia es siempre hacia la alza.

Como decían nuestros abuelos: «Nadie se hace rico en un día».

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