Examinadores de patentes
Como es sabido, ha sido promulgada una directiva mediante la cual se limitan al alemán, inglés y francés los idiomas en que deberán ser escritas las memorias descriptivas de las solicitudes de patentes de invención en la Comunidad Económica Europea para la patente única europea. Sobre este particular ya nos hemos ocupado en anteriores oportunidades. Curiosamente, buena parte de los examinadores de las solicitudes de patente depositadas ante la Oficina Europea de Patentes, son españoles, y es natural que hablen el alemán conversacional en las sedes de Múnich y Berlín y, seguramente, el alemán formal en las especialidades en las cuales trabajan.
El caso es que los científicos y profesionales españoles hace tiempo que están emigrando a Alemania donde son bien recibidos por su excelente preparación. Así, en la Oficina Europea de Patentes, departamento de comunicaciones, el treinta por ciento de los examinadores son españoles. En otros departamentos el número de examinadores es igualmente elevado. ¿Por qué estos profesionales no se quedaron en España? Simplemente porque no hay trabajo para ellos. Ni siquiera como investigadores en las universidades españolas, mientras que las universidades alemanas a la vez que establecen las partidas para investigación, calculan también los gastos para la obtención de patentes y, de una vez, cuanto pueden recibir por concepto de licencias de uso o venta de las patentes. Estos criterios son unánimemente ignorados en las universidades españolas y suponemos que también por las venezolanas. Entender que la investigación puede ofrecer rendimientos a través de la cesión de los derechos de uso de una patente, es fundamental para dirigir la estrategia investigativa y obtener algún retorno económico de lo invertido.