ExxonMobil: una mega máquina de obtener ganancias

Para aquellos que les gusta criticar a las transnacionales del petróleo, principalmente a Exxon Mobil, de aprovecharse de países subdesarrollados, el ultimo informe de sus ganancias que superan los US$40 mil millones, surgen como más munición para atacar la mega transnacional petrolera.

Si Exxon-Mobil fuese un país, sus ganancias sobre pasarían el Producto Interno Bruto de casi una tercio de las 183 naciones clasificadas por el Banco Mundial. Estaría ubicado justo detrás de Angola y Qatar, dos países productores de petróleo, que por cierto, sitios donde la empresa dirige grandes operaciones.

Pero la empresa jamás se ha excusado de obtener ganancias por sus operaciones, por el contrario, y dentro de la típica mentalidad corporativa norteamericana hace un gran despliegue de ellas.

“Esto demuestra que como empresa, ExxonMobil aplica una gran ingeniería gerencial que es la envidia de muchos otras compañías e incluso de países completos” dijo Jeff Bartley, quien asesora a varias empresas petroleras en sus operaciones para América Latina. “No son ningunos angelitos, pero nunca han querido serlo, se ven como una empresa que quiere obtener ganancias por cada dólar invertido, no están en el negocio para peder sino ganar”.

Y esta forma de hacer bien los negocios le representó ganancias que batieron todas las marcas históricas empresariales de los Estados Unidos.

“Aunque cuenta con uno de los departamentos de Relaciones Públicas más grandes dentro de la industria petrolera, nunca intentan excusarse ante el mundo por ser lo que son: una empresa cuyo sentido de ser es obtener ganancias” afirmó Carlile McCantire, quien ocupó varios cargos corporativos de importancia dentro del departamento Comunicaciones de Mobil antes de la fusión de las dos empresas. “Son duros al momento de negociar y sus contratos son escritos sobre piedra, por lo tanto no tienen reparos al momento de hacer valederos las cláusulas de ese contrato, están en el negocio del petróleo para obtener ganancias y al parecer lo han demostrado”.

Una de los conceptos sobre los cuales basan su negocio es el “pragmatismo corporativo”. Tal como lo expone el propio presidente de la empresa Rex W. Tillerson en el Informe de Ciudadanía Corporativa publicado en 2006, la responsabilidad primordial de ExxonMobil “es producir la energía que demanda el mundo dentro parámetros económicos, ambiental y social. Nuestro enfoque es pragmático con una perspectiva de a largo plazo a fin de suplir soluciones amplias y prácticas que posibiliten el suministro de energía confiable a precios asequible a los habitantes del mundo”.

Si sumamos las tres palabras subrayadas arriba: pragmático, económica y asequibles, tenemos entonces como resultado la filosofía empresarial medular de ExxonMobil.

Al seguir por la senda del pragmatismo, esta empresa petrolera, al igual que otras de su envergadura como Shell, ConocoPhillips, Chevron o BP, dedican gran parte de sus recursos en el desarrollo de fuentes alternativas de energía, como el bio-diesel, solar y eólica. ¿Acaso quieren demostrar que poseen conciencia de conservación ambiental? Lo más probable es que no, concuerdan los expertos. La verdadera razón es que si su producto principal, el petróleo, sube a precios irreales, pues entonces están preparados para no perder su “market share” del suministro energético.

“Algo que ha demostrado ExxonMobil es que dentro de su ingeniería gerencial hacen proyecciones a futuro”, dice un experto economista venezolano quien participó en el proyecto de Cerro Negro en la Faja Petrolífera del Orinoco.

ExxonMobil ha superado sus propias marcas de ganancias de años previos al incrementarlas en 3 por ciento, aún con los reveses experimentados en varias puntos precisos del mundo, entre ellos la nacionalización de sus operaciones en la Faja. Gran parte de estos sorprendentes ingresos se deben también al incremento de los precios internacionales del crudo que tocaron la marca de los US100 por barril a principios de este año.

“Por eso es que ríen de alegría tras bambalinas cuando una autoridad de la OPEP vaticina que el precio del crudo superara los cien dólares” explicó un trader petrolero con sede en Miami. “Los intereses de los productores está tan relacionado con los intereses de ExxonMobil que no se sabe donde comienzan unos y terminan los de los otros”.

Las ganancias reportadas este año sobre el 2007 son un 80% superior a la empresa de mayor capitalización de mercado como lo es General Electric, e incluso el gran monstruo Microsoft obtiene tan solo un tercio de los US40 mil millones de ExxonMobil.

Pero los ejecutivos de la empresa con sede en Irving, Texas insisten que los medios de comunicación se han “enfocado demasiado en la mega cifra de los US$41 mil millones, pero no han dicho nada de las ganancias netas de la empresa que fueron del 7,6 por ciento. Esto no es mucho mayor que el 5,8% obtenido en el 2007 por el sector manufacturero de los Estados Unidos. Entonces en comparación la industria petrolera obtiene menos ganancias netas que muchas otras empresas productoras de bienes que obtuvieron sobre el 9,2 por ciento.

Además, gran parte de sus ingresos se van en pagar los dividendos a los accionistas individuales de la empresa calculados en más de 2,5 millones alrededor del mundo y otros instituciones cuyas identidades y número no son revelados por la empresa.

Una de las razones para que Exxon Mobil se vea menos atractiva en los libros en comparación con Coca-Cola o Microsoft, es que mucho de lo que entra en sus cajas deben ser reinvertidos de inmediato en equipos, exploración y desarrollo a fin mantenerse competitiva.

“La gente no sabe que aquello que se deje de hacer en un minuto dentro de la industria petrolera significa meses de retraso en el futuro”, explicó un ingeniero cercano a la Agencia Internacional de Energía (EIA por sus siglas en inglés). “Cuando hay retrasos en este negocio se pierden millones de millones de dólares, además que se debe empezar de casi cero”.

Precisamente esto es lo que más reclaman los políticos y especialistas petroleros venezolanos a la administración del presidente Hugo Chávez: el abandono en que se encuentra PDVSA.

El gobernador del estado Zulia y ex candidato presidencial por la presidencia de la República, contienda que perdió ante Chávez en las elecciones de 2006, señalo que PDVSA se una de las primeras empresas petroleras del continente solvente de deudas, ahora está a merced de fuerzas externas con una deuda sobre los US$16 mil millones de dólares.

“Parece que quisieran destruir al país a través de su principal y más importante empresa”, dijo Rosales. “Antes PDVSA producía casi 3 millones de barriles diarios, ahora de milagros sobre pasamos los 2 millones”.

“Mientras que PDVSA se adueña de todos campos de la Faja del Orinoco, la producción al mismo tiempo desciende dramáticamente en un momento en que los precios están por encima de los US$90” dijo Andy Webb-Vidal, un asesor de Jane´s Information Group durante la conferencia auspiciada esta semana en Houston por el Cambridge Energy Research Associates.

Uno de los grandes problemas que aducen los observadores de la industria es que el capital que supuestamente debía ser destinado para adquirir equipo nuevo de exploración y producción fue desviado hacia programas sociales que el propio presidente Chávez controla sin fiscalización.

El ex ministro de Petróleo Humberto Calderón Berti, quien dirigía este despacho durante la apertura petrolera en la década de los 90, el cual que permitió la entrada de ExxonMobil en la Faja Petrolera del Orinoco, ha denunciado reiteradamente que el gobierno coloca al frente de la industria petrolera nacional a personas que no tienen ninguna experiencia en esta disciplina pero son incondicionales políticos a presidente Chávez.

“PDVSA no puede competir en el plano internacional porque la gente dentro de ella no saben hacer planes a futuro, los cuales son muy sofisticados y complicados cuando se trata del petróleo” dijo Calderon Berti en el programa de televisión Aló Ciudadano transmitido por Globovisión.

En esto el ex ministro coincide con la frased de John Kenneth Galbraith: “Si no piensas en tu porvenir, no lo tendrás”.