Estiman para Venezuela una inflación de 1.350.000% y una caída del PIB en 6,1 % para fin de año
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó que la inflación anual de Venezuela llegará a 1.350.000% este año y que en 2019 se elevará a 10.000.000%.
Las proyecciones del FMI de desempleo para el país caribeño apuntan a una tasa del 34,3 % en 2018 y de 39 % para 2019, significativamente más alto del 27,1 % registrado el año pasado.
Además, el organismo también informó en el documento que prevé un déficit en cuenta corriente de 6,1 % del PIB para este año y de 4 % para 2019.
En su reciente informe “Perspectivas de la economía mundial” destacó que «se proyecta que la hiperinflación en Venezuela empeore rápidamente, impulsada por el financiamiento monetario de un déficit a gran escala y la pérdida de la confianza en la moneda”.
En julio del corriente año, el organismo multilateral había pronosticado una inflación anualizada de hasta 1.000.000 % en 2018 y comparó la situación del país a la que se vivió en Alemania en 1923 o en Zimbabue a finales de 2000.
Se proyecta un crecimiento mundial de 3,7% para 2018–19; 0,2 puntos porcentuales menos que el pronóstico de abril #WEO para ambos años https://t.co/nDUumRqIZS pic.twitter.com/SMEjw1gDHC
— FMI (@FMInoticias) October 9, 2018
En esa oportunidad comentó: «estamos proyectando un aumento de la inflación de 1.000.000 por ciento para finales de 2018 para indicar que la situación en Venezuela es similar la de Alemania en 1923 o la de Zimbabue a fines de 2000».
El FMI ha explicado que esta hiperinflación, junto con el colapso de la actividad económica y el deterioro creciente de la provisión de bienes públicos, así como la escasez de alimentos, «han dado lugar a grandes flujos de migración» hacia otros países.
En lineas generales destacó que la expansión sostenida que comenzó a mediados de 2016 sigue su curso y se proyecta que el crecimiento mundial de 2018–19 se mantenga al nivel de 2017.
Sin embargo, al mismo tiempo, la expansión es menos equilibrada y es posible que en algunas economías grandes ya haya tocado máximos. Los riesgos para el crecimiento mundial han aumentado en los últimos seis meses y la posibilidad de sorpresas positivas se ha disipado.