Francisco Neri: No hay capacidad para construir viviendas que reduzcan drásticamente déficit habitacional
(%=Image(7900892,»L»)%) Se están produciendo poco más de 2.000 nuevas viviendas por cada millón de habitantes, cuando en la década del 80 la proporción era de 6.000 por cada millón de venezolanos, dijo.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela (CIV), Francisco Neri, condenó nuevamente la Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat promulgada por vía Habilitante debido a su carácter centralista, e intervencionista, que deja a la discrecionalidad de los funcionarios públicos su aplicación. Debilita el derecho a la propiedad privada, aumenta la brecha de la inseguridad jurídica, y desestimula la inversión en momentos de gran clamor social por el techo propio, cuando es urgente ampliar la infraestructura para construir las viviendas que los venezolanos se merecen. En esta ley no aparece en ningún lado el derecho a la propiedad privada y además todo está declarado de utilidad pública, todo es discrecional.
-Se están produciendo en el país entre 2.000 y 2.800 nuevas viviendas por cada millón de habitantes, cuando en la década del 80 la proporción era de 6.000 por cada millón de venezolanos. Significa que hay que aumentar la capacidad, con más plantas siderúrgicas, cementeras; alfarerías, explotación de areneras y piedra, que permita industrializar la construcción de viviendas. Sin embargo el Gobierno ha optado por la vía de la expropiación y entre las cementeras, bancos, Sidor, las compañías petroleras, CANTV y la Electricidad de Caracas, ha erogado 16 mil 400 millones de dólares.
Además, las ayudas a otros países ya van por 37 mil 798 millones de dólares. Con estos recursos se hubiese construido en Venezuela 832 mil viviendas nuevas y generado 5 millones de nuevos puestos de trabajo. También se pudo haber otorgado un millón 200 mil créditos de cien millones de bolívares para la adquisición de viviendas.
Neri indicó que con las dos leyes anteriores de vivienda de este gobierno ha sido imposible remontar la cuesta, ni siquiera cumplir con las necesidades que plantea anualmente el crecimiento vegetativo de la población. Con la actual, las consecuencias no sólo serán graves para el sector inmobiliario y de la construcción, sino para las familias que esperan soluciones definitivas. «Es bien lamentable y este va a ser un problema más grave para el gobierno», puntualizó al ser entrevistado por la periodista Martha Colomina, en Unión Radio.
04-09-08
Prensa CIV
