Ganaron las misiones
Retomo el tuit que dejé guindado anoche: una vez nombrados los candidatos a gobernaciones por el chavismo, los seleccionados se muestran muy dispuestos a emprender la campaña en cuanto alguien les muestre dónde quedan sus respectivos estados.
El domingo pasado ganaron la maquinaria, el marketing directo, el operativo 1×10 y también las encuestadoras. No lo hicieron mal, después de todo. Incluso Consultores 21 dio los resultados bien conocidos, lejos de la realidad, porque utilizó un criterio de estimación errado, no porque su muestreo no fuera correcto.
Las otras empresas preguntaron intención de voto sobre la totalidad de su muestra; Consultores 21 no: introdujo primero una «pregunta filtro» sobre la intención de ir a votar con seguridad. Y de allí partió: número de votantes favorables a Chávez o a Capriles dividido no sobre el número total de entrevistados, sino sobre el total de personas que expresaron seguridad de votar. Y luego se multiplica por cien. Por supuesto, el NO SABE / NO CONTESTA de esta empresa resultó mucho más bajo pues si estás seguro de que vas a votar es porque ya tienes tu selección hecha. Por lo visto, buena parte de los chavistas estaban agazapados en esos NO SABE / NO CONTESTA.
Por otra parte, al parecer la empresa Datos solo hizo encuestas en localidades de 50 mil personas o más, y ya se sabe que la fortaleza de Chávez estuvo más en la periferia, en pueblos diseminados y barriadas del extrarradio. Las últimas cifras de Datos daban a Chávez con 46%, a Capriles con 41% y 13% de indecisos.
Pero de este último trece por cierto, infirieron sus analistas que 10% se iba con Capriles y 3% por Chávez. Error. Resultó exactamente lo contrario.
Datanálisis y Consultores 21 estuvieron en localidades mayores de 20 mil habitantes, mientras que Seijas fue a la totalidad del territorio. Claro que hubo diferencias sobre cobertura, pero también en la forma de recolectar los datos; también diferencias de interpretación. Los encuestólogos hicieron su trabajo, los analistas analizaron por lo general bajo el sesgo de sus deseos y los periodistas estuvieron ahí, en el medio, en ocasiones informando y a veces confundiendo. En cualquier caso es hora de no dejarse llevar por la depresión. Sobran esos analistas arrebatados y adecos que a final de cuentas insinúan guerra sucia o golpe, como Armando Durán o Rafael Poleo. Sobran los histéricos que gritan ¡fraude! y el amaneramiento de un Jaime Bayly, inteligente pero mal informado.
EL MARKETING DIRECTO
No es cierto que las líneas de Chávez y Capriles se cruzaron en algún momento; no lo hicieron nunca. Pero sí es cierto que Chávez venía en descenso a pesar de Mercal, a pesar de la Gran Misión Vivienda, a pesar de Barrio Adentro. Esas son las misiones oficiales, pero, como dice el profesor Pascuale Nicodemo, hay además una serie de misiones informales que han colocado más cerca al empleado medio oficialista del pueblo llano. Si quieres remodelar tu rancho, anda con este papel a tal ferretería, pides lo que te haga falta y ahí vas a tener tus materiales. No vas a salir de la pobreza y puede que te asesinen en el trayecto, pero remodelarás tu rancho con la bendición de Dios y del comandante. Y si quieres poner una venta de empanadas, vente para acá que aquí te damos el crédito blando.
Hay plata. Hay una red. Hay una política.
Chávez le dijo a Maduro, durante su proclamación la noche del miércoles, que tenían que hablar sobre las micromisiones. Ya olió el queso de la tostada.
Estudios serios indican que las promesas sociales de Capriles eran bien recibidas, pero se percibían como una versión de las que ya había puesto en práctica Chávez. ¿Para qué cambiar, entonces, si lo de Chávez parece seguro, incluso ya estoy metido en una lista y he visto los edificios de la GMV en plena avenida Libertador? Hay mucha tela que cortar, pero esa maldición se puede romper.
