Ir a la playa es la opción más económica estos carnavales
Para los capitalinos, ir al cine o a comer en centros comerciales se ha convertido en paseos lujosos, una familia promedio no puede costear una salida como la anteriormente mencionada, esto debido a la caída del poder adquisitivo y la hiperinflación, muchos quieren distraerse durante el asueto, ir la playa es la opción más económica.
Para ir a las playas del estado Vargas, las familias deben llegar a tempranas horas de la mañana para realizar colas que pueden durar hasta 2 horas, muchos de los que toman esta opción para disfrutar de la temporada, preparan la comida en casa y se la llevan hasta la costa.
En Caracas existen tres terminales de autobuses con dirección a La Guaira, el principal se encuentra en las adyacencias de la estación del Metro Gato Negro, en este funcionan los denominados “piratas” quienes no se encuentran registrados en el bloque de transportistas y abusan en el cobro del pasaje.
En el mismo lugar se encuentra la parada de autobuses Sitssa, este cuenta con tarifas económicas pero que no posee suficientes unidades, generando interminables colas.
En El Silencio, en el centro de Caracas, también se pueden abordar autobuses con dirección a Vargas, y el último en la estación La Paz.
En los buses marca Sitssa un pasaje cuesta 220 bolívares, mientras en las rutas de las líneas privadas, entre 1.000 y 1.500 bolívares.
En El Silencio no hay una ruta Sitssa, pero sí se maneja la tarifa oficial, que es de 600 bolívares y algunos carros por puestos cobran hasta 4.000 bolívares.
Sistema teleférico Waraira Repano
En el caso del capitalino que quieran ir al sistema teleférico Waraira Repano, el costo es aún mayor, las tarifas actualizadas para el asueto de carnaval son las siguientes:
- Público General: 5.000 Bs.
- Menor de 3 a 12 años: 3.000 Bs.
- Estudiante con Carnet vigente: 3.000 Bs.
- Adulto mayor de 60 años: 3.000 Bs.
- Extranjeros: 20$
- Estacionamiento: 1.000 Bs.
Al contrario de la playa, al Ávila no se puede subir con alimentos preparados en casa, pues antes de abordar los funiculares el personal de seguridad revisa los bolsos en busca de objetos punzo penetrantes, armas y hasta comida.
