La comida en Venezuela no resiste el nuevo salario mínimo
El pasado 29 de noviembre, el mandatario Nicolás Maduro, aumentó el salario mínimo a Bs. 4.500, y anunciar que decidió colocar el precio del Petro de 3.600 a 9000 bolívares.
Con la medida, el sueldo pasó de Bs S 1.800 a Bs S 4.500, lo cual ha impactado de manera directa en los precios de todos los bienes y servicios.
De acuerdo con analistas consultados, con el nuevo salario mínimo que entró en vigencia a partir del primero de diciembre, el consumidor tiene una capacidad de compra de apenas entre dos o tres productos.
Por ejemplo, el precio del queso duro se ubica alrededor de los 2.000 bolívares soberanos, 1 kilo de carne supera los Bs.S 2.000 y 1 cartón de huevos en 1.200 bolívares soberanos, entonces, un venezolano requiere al menos de Bs.S 5.200 de su ingreso mensual para poder adquirir esos tres productos.
Vale resaltar que un trabajador que solo gane un salario mínimo mensual deberá destinar todo su sueldo y conseguir un 15% para adquirir apenas tres productos.
El diputado a la Asamblea Nacional, Ángel Alvarado, informó en la semana que la llamada Cesta Petare, que mide el comportamiento de los precios de ocho productos alimenticios básicos en la popular barriada del este de Caracas, tuvo un incremento de 30%.
Al respecto señaló que dicha variación es un récord, ya que su valor ahora es de 8.310 bolívares soberanos.
“El dólar ganándole la carrera a la Cesta Petare las últimas 4 semanas”, señaló a través de su cuenta en Twitter.
Escuchamos decir a Nicolás Maduro que no se iba a gastar lo que no se tenía, pero en la misma alocución empezaron hablar de bonos y aumentos de salarios. ¿Hasta cuando se van a burlar de los venezolanos? #MaduroEsHambre pic.twitter.com/SNAtii1w2b
— Angel Alvarado (@AngelAlvaradoR) December 11, 2018
Deterioro del salario
El economista Luis Zambrano Sequín dijo a mediados de esta semana que el salario mínimo ha perdido 98 % de su poder adquisitivo debido a los altísimos niveles de inflación lo que se traduce en una “pérdida del salario real estrepitosa”.
Por su parte, el economista Luis Vicente León destacó que “si consideramos además que la inflación en Venezuela fue superior a la devaluación de la moneda en los últimos tres meses, se puede concluir que la capacidad de compra del salario mínimo es hoy cercana al 20% de lo que era hace apenas tres meses”.
De acuerdo con el programa de recuperación económica, anunciado en agosto por Maduro, el aumento del salario estaría basado en la criptomoneda.“He decidido implementar un nuevo salario mínimo basado y anclado en el Petro, por eso he fijado el salario mínimo para todas las tablas salariales Bs.S 1.800 o 0,50 Petros, base para la actualización salarial, petrolizando el salario”, detalló el mandatario.
Pero los analistas han advertido que anclar el salario al petro, que a su vez se mide por el barril de petróleo, implicaría que si este disminuye, también lo hará el salario.
Insignificante
La remuneración mínima legal que los trabajadores cobran a partir del 15 de diciembre, de forma quincenal, es insignificante, pues representa apenas el 8,6% del costo de la canasta alimentaria familiar que al cierre de octubre pasó a Bs.S 52.322,32, de acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Ello quiere decir que el nuevo ajuste salarial solo cubre dos días y medio de alimentación de una familia venezolana, si se tiene en cuenta que en octubre se requerían Bs.S 1.744,07 por día para el gasto en alimentos, en una economía hiperinflacionaria con variación diaria de precios.
En efecto, el economista Luis Oliveros destacó en su plataforma digital: “aún con este aumento de salario, lo más probable es que el salario real cierre este año 2018 con una caída del 93% = caída en el poder adquisitivo. El problema principal es la hiperinflación. Qué difícil es entender eso para el gobierno”.
Entretanto, el economista Henkel García apuntó que “en agosto multiplicaron el salario mínimo por 80 y el ingreso mínimo por 35. Todo eso se perdió, pero fue una evidencia clara de que no importa cuánto lo aumenten nominalmente, el poder de compra no se recuperará sin mayor producción – productividad”.
