Economía

La crisis económica y la estructura de la familia

Hay una conexión directa entre la crisis económica y la estructura de las familias contemporáneas. Mientras más pobre un grupo social, más tendencia vemos a la familia ampliada, horizontal, tipo clan, donde cada quien aporta algo de recursos para la manutención del grupo. Es conveniente para todos formar parte de la familia. Por eso mismo suelen nacer más niños en estas estructuras grupales.

A falta de un Estado de Bienestar, la solidaridad intergeneracional: se espera de los niños que cuiden de los viejos cuando llegue el momento. Las familias nucleares clásicas se estructuraron sobre el modelo de la madre criando a los niños, cocinando, cuidando al marido, mientras éste salía a buscar el sustento. Pero durante la II Guerra Mundial, las mujeres se hicieron cargo de las fábricas mientras los maridos iban al frente. Al regresar éstos, ellas no quisieron seguir siendo simples amas de casa.

Los empresarios, sobre todo en USA, las descubrieron como generadoras de recursos y un mercado gigantesco: con el apoyo de la publicidad, se desató una espiral de producción y consumo sin freno (el consumismo) y se inventaron las tarjetas de crédito. El resultado es que en los países industrializados y en las clases altas de los países emergentes, las mujeres contribuyen con el presupuesto familiar, que cada vez es más elevado, porque hay que pagar guarderías para los niños, pensiones de retiro, hipotecas, tarjetas de crédito, y montones de productos suntuarios necesarios para soportar el stress que genera el reto de producir sin freno, cada vez más, para poder garantizar la estabilidad del presupuesto familiar.

Los niños entonces terminan por ser educados por extraños (maestros, nanas en las guarderías), por la televisión, o por el entorno físico y virtual, que es incontrolable por los padres. Se puede escoger al gusto el modelo de familia: el hombre solo que se cocina, que manda la ropa a la lavandería, la madre sola, que se apoya en la abuela para que la ayude con su hijo, y entre las dos sostienen la unidad familiar. En resumen, los hombres y las mujeres pueden prescindir los unos de los otros, y esto genera una crisis en la estructura familiar clásica. Hollywood está lleno de historias y comedias sobre estas nuevas familias elegidas, *pret-a-porter.*

Pero para mantener este increíble nivel de consumo, hay que exprimir los recursos naturales hasta el tuétano, y la crisis económica producto de esta voracidad termina retroalimentando la crisis de las familias con suicidios, drogas, asesinatos. Se deteriora el medio ambiente porque la economía ya no produce bienes (* goods*) sino males (*bads*) como señala el economista Herman Daly. Repensar los modelos de desarrollo que tratamos de implementar implica no descuidar estas conexiones y pasar de un modelo BLAST (sangre sudor y lágrimas) a uno GALA (*with a little help of a friend*) como atinadamente ha señalado desde hace años el economista y filósofo Amartya Sen.

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