Economía

La inviabilidad del desarrollo sustentable en Venezuela

Escuchamos repetidas veces los discursos tan disímiles como retrógrados del locuaz Chávez sobre un socialismo del siglo XXI, y sobre un proceso revolucionario agotado en la más conspicua corrupción; que pensar en una Venezuela para el desarrollo sustentable provoca gran desavenencia en muchos ciudadanos de este ex – país.

Evidentemente las condiciones para el desarrollo sustentable parten de un gobierno que promueva la gobernabilidad, que promueva la educación de calidad, que promueva el derecho sobre los recursos naturales y sobre los derechos humanos para el futuro y sobre todo que promueva políticas públicas con claras rendiciones de cuenta hacia los ciudadanos. En Venezuela, esas condiciones para la democracia de calidad solo existen en la mente de muy pocos. Porque a medida que se centraliza el poder del Estado en los caprichos de un solo hombre y una sola forma de pensar el mundo, se ataca de manera frontal las posibilidades y viabilidades para generar y hacer que la democracia funcione en nuestro predios atacados claramente por un sistema por demás, neopopulista y autoritario.

De hecho ninguna condición para la gobernabilidad, ninguna garantía de respeto y tolerancia para el diferente, ninguna forma de comprensión sobre las formas de la economía actual en el planeta, y, por si fuera poco, un Estado de forajidos que se mantiene gracias a la explotación mal llevada del petróleo. El petro-Estado, en manos de una burocracia ineficiente, ineficaz, bajo el mandato de un payazo malgeniado. Apoyado por el TSJ, el CNE, la Asamblea Nacional y, el Contralor General de la República.

No obstante, del dinero del ingreso petrolero se mal gasta por el mundo, se regala a mansalva, mientras la pobreza interna crece a paso de vencedores. Como ese escalofriante eslogan del proceso: “patria, socialismo o muerte, Venceremos”… Por su puesto, vencerán; pero matando de hambre y de miseria a las clases bajas en el país. Más los regalitos del mico a: Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba y los maletines llenos de petrodólares por el mundo, más un rearme de basura tecnológica Rusa.

Así mismo una de las condiciones básicas para lograr un desarrollo sustentable es mejorar la calidad de vida y bajar los altos índices de pobreza, mejorar el sistema de salud, mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales con mayor y mejor tecnología para evitar más daños al planeta, mejorar la seguridad agroalimentaria de la nación en un uso consiente de las capacidades gerenciales y políticas.

Estos tipos de sistemas insustentables, como el del socialismo del siglo XXI, se originan en gran medida por la pobreza, la inseguridad, las malas políticas económicas, pero aunado a ello los problemas ecológicos que en la era de la globalización pueden tener salidas claras de llegar a establecer voluntades políticas para transitar hacia dicho desarrollo sustentable.

Evidentemente el desarrollo sustentable como nuevo paradigma para hacer que la democracia dentro del Estado social de Derecho funcione, toma en consideración; las exigencias de la sociedad para alcanzar una mejor calidad de vida con mayor equidad; la necesidad de la vida democrática, la cultura y la importancia de que los sistemas productivos estén en cónsona armonía con las leyes ecológicas que rigen dentro del sistema mundial actual, entre otras prioridades. Por otra parte, esta propuesta no hace sino acoger el compromiso internacional que suscribieron los Estados en la Conferencia de Las Naciones Unidas sobre el medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992. Nada nuevo.

Asimismo, en nuestros predios de desgobernanza social en Venezuela, se nos presenta la antipolítica (niega la competitividad institucional, los frenos y contrapesos para el control a los abusos de poder) extraviada, tránsfuga, una democracia del fraude. En sí, retórica anti-institucional, manifestada por el fraude en los “llamados” a representar a los ciudadanos, porque una democracia de menor calidad, en la postura de Arnoldo José Gabaldón, (2006). Es aquella en la cual, no obstante elegirse libremente sus gobernantes, sus instituciones funcionan deficientemente, no existe un verdadero Estado de derecho, prolifera la corrupción, se coarta la libertad de expresión, se desestimula la asociación y la participación ciudadana, y otras tantas fallas que harían larga la lista.

Pero el problema radica en el discurso de confrontación entre los diferentes sectores de la sociedad, en un enfrentamiento por demás innecesario que genera todo tipo de inestabilidad, destruyendo de ese modo la institucionalidad y el respeto a las normas, tanto morales como jurídicas dentro de la función de la democracia. En sí, ataca y promueve la confrontación social para entronarse en el poder político del Estado, que como resultado se presenta anti-democrático en el momento en que se viola el Estado de Derecho. Así, deviene la desgobernanza por medio de una clara violencia simbólica.

En definitiva, al tratar sobre la dimensión social y política del desarrollo sustentable, por la inequidad, y por ende los altos niveles de pobreza existentes, especialmente en los países del tercer mundo, y por los gobiernos de corte neopopulistas y en espacial sobre el caso de la Venezuela de la Revolución Bolivariana, constituye uno de los principales obstáculos. En este caso estaríamos ante un panorama desolador, que cabría imaginarlo así: alta inestabilidad política, agitación social y violencia; destrucción del Estado de derecho, invasión de propiedades rurales y urbanas, aplicación de la justicia por manos propias y, por ende, muy poco respeto de los derechos humanos.

Estos son, en su gran la mayoría de los problemas latentes a los cuales Venezuela no escapa de cara al siglo XXI, y lo cual evidencia que la revolución del socialismo del siglo XXI es inviable promoviendo la insustentabilidad del Estado para lograr el desarrollo sustentable.

Ahora bien, ¿Y los extraviados de la oposición en Venezuela que proponen?. La verdad, es que son un grupo de amigotes que manejan los partidos políticos como franquicias, por eso Chávez sigue simplemente en el poder. Porque no tiene un contra poder en la oposición por falta de coherencia y proyecto de país para hacerlo sustentable y viable. Sólo piensan en sus apetencias personales en su gran mayoría. Amanecerá y veremos si logran la verdadera unidad.

Por todo ello es inviable el desarrollo sustentable en la actualidad y bajo este desgobierno, en Venezuela.

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