La privatización de la Orchila
La solución anunciada como propuesta, digamos exploratoria del presidente (%=Link(«/bitblioteca/hchavez/»,»Chávez»)%), al pago de las obligaciones que el Estado tiene con sus trabajadores, con motivo de las modificaciones al régimen de prestaciones sociales, es desde luego absurda, entre otros aspectos fundamentales, porque va en contravención a la (%=Link(«/bitblioteca/anc/constitucion1999.asp»,»Constitución Nacional»)%) en lo referente a que el territorio de la República de Venezuela es inalienable.
Sin embargo la proposición refleja en el fondo un sentimiento de imposibilidad fiscal de cancelar con recursos monetarios estas obligaciones por parte del Gobierno, ante lo elevado de su monto. Algunos calificados analistas señalan 7.000 millones de Dólares para fines de 1998, por lo cual incluso se estiman alrededor de los 13.000 millones de Dólares para fines del año 2000. En todo caso lo interesante de la propuesta del Presidente Chavez radica en la necesidad de encontrar soluciones alternativas y desde luego racionales a éste tema que significa una inmensa carga financiera a los próximos presupuestos públicos. En el fondo lo que Chavez ha presentado es la privatización como un medio para encontrar las soluciones a la cancelación de pasivos del Estado. Lo extraño es que no se haya percatado de ello.
Las dimensiones de la deuda pública, externa e interna se encuentra en el orden de los 25.000 millones de Dólares, a los cuales habría que agregar este tema de los pasivos laborales y las deudas con el IVSS como aporte patronal. Ambas obligaciones estarían del orden de los 18.000 millones de Dólares, con lo cual la deuda pública se elevaría a los 43.000 millones de Dólares para este año, una vez que se titularan en Bonos Públicos estas obligaciones, según las propias declaraciones oficiales.
Pero esta cifra continuara creciendo. Los déficits acumulados de las empresas eléctricas, como es el caso de CADAFE y sus empresas filiales, que han sido recostadas del FIV por vía de los llamados fideicomisos de reestructuración, mas la reciente capitalización de ALCASA, mas las que vendrán en la otras empresas públicas financieras y no financieras del Estado, irán creando cada vez más obligaciones que se transformaran en deuda pública atreves de la emisión de Bonos. Los nuevos programas de endeudamiento establecidos anualmente en las Leyes paraguas van creando y originando una inmensa masa de deudas que indefectiblemente obligaran al Gobierno a seguir con la política de tener que devaluar, cuando bajen los precios del petróleo y desde luego conviviendo con ese ciclo perverso de devaluación, inflación, devaluación del cual no hemos salido, sin que se pueda avizorar una salida con la actual política del Gobierno. Más cuando el centro de la gestión del mismo es el utópico desarrollo económico derivado del Eje Orinoco Apure y el plan Bolívar 2000.
Ante este sombrío panorama de las finanzas públicas, el Presidente Chavez ha asomado como solución, nada más y nada menos que la dación en pago de una porción del territorio nacional. En el pasado se han presentado a la opinión publica opciones como es la venta a futuro de volúmenes de la faja petrolífera del Orinoco, la venta parcial de acciones de PDVSA para cancelar precisamente los pasivos laborales, entregándola a los trabajadores, acciones de esta empresa estatal, la venta parcial de acciones de otras empresas, como son las del sector de aluminio y eléctricas, las cuales son viables tanto en lo económico, financiero y jurídico y se la han acusado a sus promotores de ser voceros del neoliberalismo salvaje. Entonces como queda eso de vender el territorio.
Lo cierto y desde luego positivo de todo este asunto de la Orchila es que no puede ni debe descartarse a la privatización como una opción económica, política y financiera para por una parte solventar los pasivos acumulados, al menos en forma sustancial, y luego procurar una mayor eficiencia e la gestión de las empresas del Estado, mediante la venta de acciones al publico para que no se continúen dando las condiciones para que aumenten los déficits financieros y siga acumulándose la deuda publica nacional. Entonces Presidente Chavez, bienvenida sea la privatización.
