Economía

La razón por la que no hay dólares para dar vuelto en Venezuela

Dado que la dolarización es informal, los billetes ingresan paulatinamente “por vía comercio en fronteras, vía barcos mercantes o por vía turismo y negocios"

En la Venezuela dolarizada de facto, todo se compra y se vende, hasta los propios dólares en mal estado, un negocio más que redondo que da cuenta de cómo los billetes verdes a veces importan más que los bolívares, la moneda legal en curso.

La mayoría de los billetes provienen de las remesas o de capital privado y ante la ausencia de una Reserva Federal como la de Estados Unidos, encargada de la impresión de las unidades, los venezolanos básicamente van pasando de mano en mano los billetes, ya deteriorados y que no son aceptados en la mayoría de los comercios.

La escasez de los billetes de baja denominación (1, 5 y 10 dólares) es simple, las divisas ingresan a Venezuela mediante grandes transacciones de particulares y lo más práctico en términos de volumen es utilizar billetes de 20 dólares en adelante.

Dado que la dolarización ocurre de manera informal, los billetes ingresan paulatinamente “por vía terrestre (fronteras), vía marítima (barcos mercantes, turismo) o por vía aérea (turismo, negocios)”, indica un informe de la empresa especializada en asesoría económica y financiera, Econométrica.

La firma económica y financiera sostiene que la dinámica comercial, entre la frontera de Venezuela y en especial con Colombia, genera un importante flujo de dinero en divisas, bien sea por exportaciones no tradicionales, así como por actividades ilícitas. “Buena parte ocurre en billetes de alta denominación (US$50 y/o US$100)”.

Esto genera en comerciantes y consumidores una tendencia a reservar los billetes de baja denominación; por lo que acceder a ellos se vuelve más complicado al realizar las transacciones.

¿Cómo se normalizaría la disponibilidad de dinero en divisas de baja denominación?

La forma de poder normalizaría la disponibilidad inmediata de dinero en divisas de baja denominación (US$1, US$5 y/o US$10), sería bajo una dolarización formal (de iure o jure), que consiste en el reemplazo total de la moneda doméstica.

Econométrica precisó que para llevar a cabo una dolarización formal de la economía “sería necesaria la coordinación de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central del país que vaya a llevarlo a cabo”.

“El Banco Central, para hacerse de dólares en efectivo (de distintas denominaciones, desde US$1 hasta US$100), tendría que coordinar con la Reserva Federal de los EEUU, mediante un canje de reservas internacionales”, resaltó.

Aseveró que realizar una dolarización formal en Venezuela no es posible, de momento, debido a las actuales sanciones del Gobierno de EEUU a la administración de Nicolás Maduro. En consecuencia, ¿hay solución a la escasez de dinero en divisas de baja denominación (US$1, US$5 y/o US$10)? “No, por ahora”.

Mientras más feo, menos vale

Con el negocio de los dólares deteriorados en Venezuela, los comerciantes ofrecen hasta 50 % menos del valor de los billetes dependiendo de su condición.

En el Bulevar de Sabana Grande, pujante zona comercial de Caracas, se vocifera la compra de estos “billetes feos” en un intento de sacar provecho a la necesidad de muchos venezolanos que no encuentran dónde gastarlos. Aunque le ecuación sea desfavorable, muchos aceptan.

“Si el billete es de 20 dólares, se le ofrece $10, si está muy feo se les ofrece $8 y está muy muy muy feo, se le ofrece hasta $7 (…) mientras más feo menos vale”, destacó uno de los comerciantes de la zona que prefirió guardar su identidad.

Incluso, el negocio es tan rentable, que a los billetes de alta denominación le sacan un buen porcentaje de ganancia a pesar de que el interesado pueda salir más que perjudicado.

“Si llega alguien con un billete de $100, le quitamos $30 (…) es bastante, si está feo se le quita un gran porcentaje porque el jefe no va a perder”, acota.

Moneda en papel está en peligro de extinción

El bolívar, es cada vez más difícil de encontrar en papel, tanto que algunos residentes de la capital sienten que en algún momento va desaparecer.

«¿Bolívares en efectivo?, no, no tengo. Realmente tengo como seis meses sin tener en mis manos un solo bolívar en efectivo», dijo a Sputnik, Maurice Sanz, mientras abría su billetera para mostrar que solo tenía un billete de cien dólares.

Sanz explicó que únicamente tiene bolívares cuando cambia algunos dólares en efectivo y le hacen una transferencia a su cuenta bancaria en Venezuela: «A eso le llamo tener bolívares, porque tenerlos como tal en físico, eso para mí ya no existe».

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