En un entorno marcado por las regulaciones, la caída del número de empleadores del sector privado se ha mantenido en los últimos años.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el último año patronos privados dejaron de existir 7.412 patronos. Con respecto a enero de 2005 serían 5.532 empleadores. Pero la cifra es más preocupante cuando se compara con enero de 2006, cuando se registra el mayor número de patronos privados en ese mes durante el período de una década. Según el INE, la contracción se traduce en 79.671 empleadores.
Este descenso, registrado por los propios organismos oficiales, ha venido causando alarma en el sector privado. Las principales cúpulas empresariales han advertido la situación y han alertado sobre el riesgo en la generación de empleos estables y de calidad.
Recientemente, Fedecámaras planteó al Ejecutivo tres consensos fundamentales: crear confianza para la inversión y el emprendimiento, eliminar los obstáculos que hoy enfrenta la producción nacional y apoyar la iniciativa de los venezolanos, estableciendo prioridades claras para la inversión pública y para la promoción de la inversión privada.
En el caso del sector laboral, sugirió que las regulaciones laborales deben proteger a los trabajadores sin sacrificar la productividad de las empresas y su posibilidad de crear nuevos puestos de trabajo. «El empleo digno no se trata solo de la permanencia de un trabajador en un puesto, sino que comprende sus posibilidades de crecimiento, y el aumento de los beneficios y remuneración de acuerdo a su esfuerzo», destacan en un comunicado.
El INE reporta que 41,2% de la fuerza laboral se encontraba en el sector informal en enero de este año (los datos más recientes del organismo). El resto, aunque esté en el sector formal, no significa que todos dependan de una empresa formal.
Por el contrario, se ha fortalecido el número de trabajadores por cuenta propia. Basta con revisar las cifras y darse cuenta que en los últimos 12 meses los cuentapropistas del sector privado aumentaron 14,2%; cuando el total de empleados creció apenas 2,6% en igual período.
