Pdvsa retrocede
En 1962 se sacaron 3.2 millones de barriles diarios, en lo que va de 2010 la cifra bajó a 3.1 millones. La falta de taladros para tener nueva generación de crudo es una de las causas de la caída.Adicionalmente las partidas presupuestarias para exploración y producción son famélicas en la administración de Chávez.
Dentro de poco los venezolanos van a cumplir cien años metidos en la actividad petrolera y es impresionante saber que el pozo Zumaque 1, del campo Mene Grande en el Zulia, descubierto en 1914 por la Caribbean Petroleum, está bombeando aún 18 barriles diarios de crudo de 19 grados Api.
En la intensa actividad exploratoria desde el 1914 hasta 1951, descubrieron 112 campos petroleros que lograron una producción acumulada en ese período de 6.164 millones de barriles y reservas probadas de 9.064 millones de barriles.
Observando documentos de producción petrolera pasada, es impresionante encontrar que entre 1952 y 1962 se hallaron otros 33 nuevos campos para aumentar a 154 campos desde 1914.
En 1962 la producción petrolera venezolana diaria era de 3.2 millones de barriles diarios, y un potencial de producción que llegó a 3.7 millones de barriles. Las cifras oficiales de Pdvsa indican que en el primer trimestre de 2010 la producción petrolera venezolana fue de 3.1 millones de barriles diarios.
Esto revela que Pdvsa está mal gerenciada, y no puede adjudicarse ese derrumbe de producción, en que los gerentes están muy ocupados, atendiendo los mercados de Pdval Para mantener la producción contra la declinación natural de los yacimientos, y levantar nueva producción hay que hablar de taladros, y eso no ha sido tan frecuente. Todos estos años nos han engañado con 12 taladros que van a ensamblar en el país, con el asesoramiento de China, aunque no han dicho que la maquinaria del taladro es estadounidense.
Cuando de verdad se habló de taladros, fue cuando expropiaron los 14 taladros de Helmerich & Payne el año pasado, y recientemente cuando los «nacionalizaron» y los rebautizaron con nombres merecidos de trabajadores venezolanos.
ESPEJISMO EN CIFRAS
Ninguna de las varias empresas que llevan las estadísticas de los taladros activos alrededor del mundo, coinciden con las cifras venezolanas.
Pero esta situación tiene una explicación. Desde la llegada de la actual administración al control del negocio petrolero, con el nombramiento de Alí Rodríguez Araque como Ministro de Energía y Minas y al convertir a Héctor Ciavaldini en el noveno presidente de Pdvsa, los primeros días de septiembre de ese mismo año, comenzó el cambio.
El presidente Chávez, elegido oficialmente el 6 de diciembre de 1998, se irritó porque Pdvsa celebró la asamblea de accionistas de finales de ese año antes de ser electo, cuando había pedido que se pospusiera.
En la primera asamblea de accionistas de Pdvsa que se celebró en Miraflores, el plan Chávez comenzó a funcionar y le redujeron al presupuesto de Mandini 12% de inversiones y 22% de gastos inicialmente.
Más tarde el recorte llegó al 32%. Así ha seguido hasta nuestros días, y las partidas presupuestarias para exploración y producción son famélicas, o se anuncian y no se ejecutan. La misma práctica se ha registrado en las empresas eléctricas: no inversiones.
BUENOS EJEMPLOS
Mientras tanto, los vecinos Brasil y Colombia están dándole duro. Colombia el año próximo se autoabastece de petróleo, y supera en producción al Ecuador. El gobierno de Bogotá está en una apertura petrolera permanente, y docenas de compañías buscan febrilmente petróleo, esperando encontrarse con una «Faja».
Petrobras se fue de la vista y se ha convertido en la vedette de los inversionistas, porque son unos tipos que lo que firman lo cumplen. Deben montañas de dinero, pagan puntualmente, y tienen un plan petrolero de inversiones de 210.000 millones de dólares.
Casualmente, aunque los presidentes Chávez y Lula sean amigos, los negocios son cosa aparte y la sociedad para construir conjuntamente la refinería Abreu e Silva, está paralizada.
Llevan diez meses los brasileños esperando que el gobierno venezolano aporte los 4.000 millones de dólares prometidos para la sociedad, pero las garantías venezolanas son insuficientes.
