Elio Cunto, con resaltante experiencia y experticia en el área de comercialización internacional de Pdvsa, analiza la reacción del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ante la baja en los precios del petróleo, en un trabajo especial:
Recientemente el presidente Maduro acusó al gobierno de los Estados Unidos de estar detrás de la caída de los precios petroleros, al inundar el mercado con petróleo extraído con “métodos salvajes”, a fin de afectar las economías de Rusia, Irán y Venezuela.
Ciertamente, esos tres países son los más afectados por la caída en los precios del crudo; lo que no es cierto es que Estados Unidos sea el país que más haya contribuido a la sobreoferta de suministros, ni que el aumento en la producción de Estados Unidos sea el resultado de políticas propulsadas por el gobierno estadounidense
Como se aprecia en el gráfico a continuación, en el aumento mundial de la producción desde 2002 (que alcanza unos 15 millones de barriles diarios), el 77% fue aportado por “socios” de la OPEP y “paises amigos” como Rusia. En contraste, el incremento en la producción de Estados Unidos sólo representó el 15%.
Los aumentos en los Estados Unidos se debieron al uso de nuevas tecnologías muy costosas (”fracking”), que pudieron utilizarse con éxito económico gracias a los elevados precios del petróleo desde el 2010.
Por otra parte, en los aumentos de producción el gobierno de Washington no tuvo ningún mérito, ni tampoco responsabilidad, porque todas las investigaciones e inversiones las hicieron entes privados. Aquí cabe recordar que en Estados Unidos, a diferencia de Venezuela y de muchos otros países, el propietario de un terreno también es propietario del subsuelo.
En cuanto al calificativo de “métodos salvajes” a las nuevas tecnologías, en Argentina (otro país «amigo» de la actual administración) se van a aplicar esas mismas tecnologías para explotar los gigantescos depósitos del campo de Vaca Muerta.
Nota: Los líquidos extraídos en la explotación del gas natural (LGN) no se cuentan en las cuotas de producción de crudos para los países miembros de la OPEP, pero se contabilizan en el suministro global petrolero porque esos líquidos se usan como componentes para mezclas de gasolinas, insumos petroquímicos y combustibles.