Economía

¿Qué haremos con PDVSA?

Si algo de positivo ha tenido el Régimen CHÁVEZ-FARC, es precisamente su capacidad para evidenciar las peores lacras del socialismo ¨a secas¨. Entre estas destaca por supuesto, la intervención del Estado en asuntos ajenos a su naturaleza, verbigracia la gerencia de empresas mercantiles.

La inclinación colectivista de los gobiernos derivados del Pacto de Punto Fijo, que muy a pesar de la riqueza petrolera, nos condujeron torpemente en brazos del Socialismo del Siglo XXI, no cesa.

Es notable tan pérfida tendencia mediante una escucha atenta de la retórica, por parte de nuestra dirigencia demócrata, la misma que pretende restaurar la constitucionalidad democrática en nuestra República de Venezuela. Difícil excusar a quienes conociendo verdades universales, persisten en su apoyo al socialismo, solo benefactor de minorías privilegiadas, en desmedro de mayorías, que están llamados a guiar.

A la fecha, si algo de inobjetable existiese en el mundo, lo serian, en materia política: la pertinencia de la democracia; en asuntos sociales: el respeto a los derechos humanos y en lo económico: el funcionamiento de un libre mercado.

Más allá de eso, resta únicamente la gradación de tales conceptos, aplicables a cada realidad nacional. Pero en nuestra Pequeña Venecia, son demasiados los conceptos económicos repudiados por una dirigencia demócrata aún dominada por el virus del populismo esclavista.

Resulta intolerable en medio de una crisis financiera mundial cuyos efectos inician, la pasividad con que nuestra dirigencia demócrata aborda la ineficiencia y corrupción de las empresas mercantiles en manos del Estado, hoy bajo el catastrófico régimen CHÁVEZ-FARC, pero ayer en manos de la partidocracia, su origen.

Por lo menos desde la ética cristiana, estimo racionalmente insostenible el apoyo a un sistema de gerencia cuyo paradigma factico lo constituye la ineficiencia y la corrupción, sombras perpetuas del estatismo en el orbe.

El Catecismo de la Iglesia Católica lo expresa claramente en el número 2431: La responsabilidad del Estado. ‘La actividad económica, en particular la economía de mercado, no puede desenvolverse en medio de un vacío institucional, jurídico y político. Por el contrario supone una seguridad que garantiza la libertad individual y la propiedad, además de un sistema monetario estable y servicios públicos eficientes. La primera incumbencia del Estado es, pues, la de garantizar esa seguridad, de manera que quien trabaja y produce pueda gozar de los frutos de su trabajo y, por tanto, se sienta estimulado a realizarlo eficiente y honestamente… Otra incumbencia del Estado es la de vigilar y encauzar el ejercicio de los derechos humanos en el sector económico….. ´.

De allí podemos colegir, que no es precisamente un fundamento católico, el que pueda justificar el filo-socialismo de nuestra mayoritaria dirigencia demócrata en materia económica. Evidenciando estas realidades creo es bueno el sendero que andamos; La República de Colombia con Álvaro Uribe Vélez, a través de la emisión y colocación al público de acciones de Ecopetrol y más recientemente los Estados Unidos Mexicanos con Felipe Calderon y su aprobada reforme petrolera, señalan un camino, trabajemos en tal sentido. ORA Y LABORA.

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