Economía

Registro 2008: Predicciones de los economistas

La economía puede mostrar un panorama, pero no es una ciencia del todo
predictiva. Las interpretaciones son variadas.

El 2008 plantea grandes incógnitas en materia económica sobre las cuales los lectores
buscan ávidamente alguna luz en estos primeros días del año. ¿Entrará en recesión
la economía estadounidense?, ¿qué evolución seguirá el precio de la vivienda en
España?, etcétera. Sin embargo, las múltiples y contradictorias perspectivas que
ofrecen los economistas sobre estos temas, difícilmente sirven para aclarar el
panorama, más aún cuando los propios economistas, incluyendo algunos de gran
prestigio, no parecen guardar la misma fe en la capacidad predictiva de esta ciencia.

Por ejemplo, el prestigioso economista catalán Xavier Sala i Martín, se muestra en
extremo pesimista respecto a la capacidad de predeción económica al señalar en su
libro ‘Economía liberal para no economistas y no liberales’ que “hay dos tipos de
economistas: los que no saben hacer predicciones y los que no saben que no saben
hacer predicciones”. Por su parte, Alan Greenspan, el ya mítico ex presidente de la
Reserva Federal de los Estados Unidos, manifiesta en su autobiografía su optimismo
respecto a las habilidades predictivas de los economistas: “Afortunadamente hay
continuidad histórica en la forma en que las sociedades democráticas y las economías
de mercado funcionan. Esto nos capacita para poder inferir a partir del pasado los
patrones inherentemente persistentes que, aunque no tengan la misma certidumbre
que atribuimos a las leyes físicas, nos ofrecen una ventana hacia el futuro que es
más cierta que el resultado aleatorio del lanzamiento de una moneda”.

Sin embargo, el choque de opiniones es sólo aparente, y asimismo suelen serlo las
contradicciones en las predicciones de los economistas. Para aclarar esta última
afirmación basta recurrir a un simple símil: la predicción del resultado de lanzamientos
consecutivos de un dado común. Si por ‘predecir’ entendemos acertar por anticipado
que número mostrará la cara superior del dado después de cada lanzamiento,
entonces Sala i Martin está en lo cierto al afirmar que los economistas no podremos
hacerlo mejor que cualquier charlatán, ya que es una propiedad intrínseca del
lanzamiento del dado al igual que de los fenómenos económicos su carácter aleatorio
y, por tanto, la imposibilidad de acertar con exactitud y de manera continua sus
resultados.

Sin embargo, el optimismo de Greenspan se justifica si entendemos por ‘predecir’
nuestra capacidad de asignar probabilidades a los posibles resultados de cada
lanzamiento, que garanticen que de repetirse múltiples veces las mismas
circunstancias los resultados a los que asignamos a priori mayor probabilidad
ocurrirían un mayor número de veces; a los que asignamos una probabilidad muy
cercana a cero, ocurrirán muy rara vez y a los que asignamos una probabilidad
cercana a uno ocurrirán casi siempre.

En el caso del dado, la ciencia estadística nos permite afirmar que la probabilidad de
que obtengamos cualquiera de los números enteros entre 1 y 5 es de 83% contra sólo
un 17% de que obtengamos específicamente el número 6, pero en ningún caso nos
permite saber con certeza por anticipado qué número se obtendrá en un lanzamiento
en particular. Por ello, estimado lector, le sugerimos reformular sus preguntas a los
economistas del siguiente modo: no pregunte si el precio del petróleo superará los 100
dólares en 2008, sino más bien, qué probabilidad debe atribuirse a dicho evento.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba