Trabajadores recurren al trueque para sobrevivir en Venezuela

En tiempos de crisis económica los venezolanos están recurriendo a distintas maneras “creativas” por no decir “primitivas” para ajustarse y hacer frente a su sobrevivencia en el país.

La hiperinflación sigue impactando negativamente en todos los ámbitos sociales, desde los trabajadores, los consumidores y el sector empresarial.

En efecto, las mayores dificultades que afectan desde hace meses a las compañías privadas criollas haces que se supeditan al régimen cambiario y control de precios, la diáspora o fuga de talento, escasez de divisas y de materia prima y el desplome en la demanda de bienes y servicios.

Por ello, ahora es más útil y evidente intercambiar productos alimenticios y servicios como medios de pago, lo que representa una alternativa válida para resolver emergencias con algún insumo.

Las empresas han decidido pagar directamente gastos de algunos trabajadores, como matrículas escolares, “combos” de alimentos, servicios públicos y complementos a pólizas de seguro.

Opción válida

Por lo que el trueque ya es una opción válida entre los venezolanos para recibir pagos por la falta de billetes y escasez de productos. De hecho, muchos prefieren recibir comida, ya que los recursos financieros son devorados por la hiperinflación y no les alcanza para adquirirla.

Es por eso que en un país con este flagelo, donde el nuevo cono monetario es casi imposible hallarlo, así como las medicinas y la comida, los trabajadores apelan frecuentemente al trueque para efectuar negociaciones básicas.

El economista Luis Vicente León considera que el trueque “es un sistema de pago bastante primitivo pero también es primitiva la falta de efectivo en el país”.

Y es que el trueque carece de normativas específicas pero en la realidad venezolana se basa en el intercambio de alimentos.

Entretanto, Maduro sigue instrumentando políticas erradas y culpa de los crecientes precios y la escasez de alimentos y medicinas a la “guerra económica” promovida supuestamente por el sector opositor y por la Casa Blanca.

Desde peluqueros, taxistas, mototaxistas, plomeros, albañiles prefieren que se les paguen “con comida” o en todo caso, aceptan transferencias, porque efectivo no se consigue. Lo cierto es algunos aseguran que prestan sus servicios por comida “para poder sobrevivir”.

Recordar es vivir

El responsable del modelo socialista en Venezuela, el difunto Hugo Chávez, planteó el trueque en el 2006 como una manera de intercambio para que fuera incorporada en la cotidianidad venezolana.

«Debemos impulsar el trueque, he ahí un mercado, un mercado que bien puede ser reactivado a través del trueque y no la moneda (…) Vamos a romper esa maldición, ese es el capitalismo, vamos a combinar un mercado que se base, bueno, en el valor de cambio pero vamos a acompañarlo con el valor de uso, vamos a reinventar el mercado indígena aborigen que era el trueque, ellos no tenían monedas…» dijo Chávez.

En efecto, la economista y analista de entorno y gestión pública, Anabella Abadí, resaltó a Infobae que las redes sociales “han facilitado a los venezolanos el intercambio de productos en medio de todas las limitaciones que impone la crisis”.

«Las redes sociales son utilizadas para hacer trueque e incluso para comprar y vender en moneda dura. Es la manera que el venezolano tiene para comunicarse. Se necesita emparejar la demanda propia con la necesidad de otra persona y en comunidades limitadas las acciones son menores, por lo que las redes sociales abren el espacio para que los trueques se puedan dar con mayor facilidad. Las redes sociales ofrecen ese espacio que una comunidad más pequeña no ofrecería. No quiere decir que los trueques sean un buen mecanismo, sigo creyendo que por esto surge el dinero y lo lógico es que un país tenga una moneda de curso legal que permita facilitar las transacciones y no todo lo contrario», detalla Abadí.

No obstante, Abadí alerta que «el trueque es una involución» por lo que Venezuela está regresando «al primitivismo», concluyó.