Transportistas carabobeños aumentaron a 500 bolívares el pasaje
Cristhopher Borrero-Carabobo
@CristhopherB
La historia se repite. Como ya es costumbre un nuevo aumento unilateral (no oficializado) impacta en el bolsillo de los carabobeños. El pasaje fue aumentado de 300 bolívares a 500 en las últimas dos semanas, lo que supone un alza del 66.6% de su costo.
El incremento se aplicó hace dos semanas en las líneas que cubren las rutas del sur del municipio Valencia para luego extenderse a todo el territorio. Pese a que la nueva tarifa no está contemplada en Gaceta los conductores se niegan a cobrar lo estipulado.
Una minoría no ha asumido el ajuste de pasaje. German Soto, chófer que cubre la ruta Naguanagua – Valencia, explicó que cobrará los 300 bolívares hasta que haya un pronunciamiento oficial. «Casi todos mis compañeros de ruta han aumentado. Yo no lo hago porque para el grueso de los ciudadanos es un gasto superior al que tienen previsto. Todos los días escucho a personas quejarse de lo mismo y prefiero ahorrarme esas discusiones», comentó.
Soto forma parte de una minoría de transportistas que mantienen las tarifas. Sin embargo de cada 10 autobuses en circulación, al menos 9 ya han asumido el aumento estimó el declarante.
A pesar de los reclamos reiterativos de usuarios el gremio de transportista se respalda en crecimiento inflacionario. «Todo sube a cada rato y ya hay pocas unidades en circulación, la única forma de que el carro ruede es aumentar los costos para que hacerle el mantenimiento a la unidad», justificó Reinaldo Vazques, colector.
Hay un error en la tesis. En los últimos tres años los representantes del transporte han esgrimido los mismos argumentos, no obstante la realidad habla por sí sola. «Acabo de realizarle un trabajo de amortiguadores y suspensión al carro y me costó 8 millones de bolívares», justificó Raúl Reyes, chofer de una ruta que hace viajes al sur de Valencia.
—¿Sí acaba de gastar 8 millones en reparar suspensiones y amoetiguadores por qué sobrecarga la unidad con tantos pasajeros? La pregunta evidenció molestia al conductor, quien se limitó a responder: «Si no le gusta puede pagar un taxi».
El microbús de Reyes tiene una capacidad de 32 puestos, sin embargo el conductor fuerza los límites de la física para agolpar a unos 70 pasajeros por viaje. Al día efectúa no menos de 10 viajes, entendiéndose que trabaja de lunes a sábado generalmente.
Al interpretar los datos se estima que por cada viaje generaría al menos 35 mil bolívares, al cobrar el pasaje a 500 bolívares; lo que supone cerca de 350 mil bolívares diarios. En la semana produciría no menos de dos millones 100 mil bolívares; el equivalente a ocho millones 400 mil bolívares en un mes. Solo 400 mil bolívares por encima de lo que gastó en las reparaciones de hace una semana.
Así como Reyes la mayoría de los choferes se extralimitan en la carga de pasajeros, por lo que el desgate acelerado de las unidades no debería sorprenderles.
Falta de transporte público
Otros factores suman. En Carabobo hay un déficit de trasporte público gigantesco. Con un estimado de tres mil 500 unidades inhabilitadas con respecto a las 6 mil operativas en 2016 se podría inferir que las unidades no han recibido el justo mantenimiento si se admite que más del 80% de las mismas se encuentran ociosas a falta de repuestos y autopartes, reveló Enrique Paredes, presidente del Frente Social de Transportistas Unidos del estado Carabobo.
Paredes también reconoció que en la gestión del ex gobernador Francisco Ameliach se caracterizó por el manejo caprichoso de la asignación de repuestos a través de la Proveeduría de Repuestos de la Gobernación.
«El trato era casi discriminatorio con los transportistas que requerían de la ayuda. Solo se le asignaban repuesto a algunos pocos, por lo que no se entiende qué destino tuvieron los mismos toda vez que se ejecutó ese presupuesto. Estimo que menos del 10% de las solicitudes fueron respondidas satisfactoriamente», consideró.
