Aunque mucho se haya dicho
Se ha hablado y escrito hasta la saciedad; se han hecho todo tipo de cuñas para la televisión y la radio, y avisos para la prensa. La oposición y el gobierno, aunque justo es reconocerlo, mucho más la oposición. Que hay que votar este domingo. No para sacar a Chávez, como soñarían algunos opositores más impacientes, ni para que se quede para siempre, como soñarían algunos chavistas más desaforados. Para que el país no siga por el despeñadero por el que va cada día con más velocidad, por eso hay que ir a votar. Para que alguien pueda ponerle coto al enloquecimiento y al disparate, alguien con la fuerza de la representación popular ubicado donde las leyes se hacen, se revisan, se rescatan, se frenan, se discuten. 165 alguienes, por mencionar el número preciso de quienes tendrán esas responsabilidades cuando sean votados el domingo. Votar este domingo 26 de septiembre ya no es sólo una cuestión política, ni siquiera el ejercicio de un derecho fundamental. Es una cuestión de tomar una última y definitiva oportunidad. Hasta que usted vote este domingo a la hora que prefiera, repítase esta convicción como una letanía enfiebrada: hay que ir a votar.