El Editorial

El régimen quiere transición bajo sus propias reglas

Transcurrido el primer mes del año el Régimen parece haberle marcado la agenda política a la oposición, que luce debilitada por sus propias contradicciones.

Desde la instalación de la írrita Asamblea Nacional, el tema de la convocatoria a un diálogo por separado con diferentes sectores de la vida nacional y el anuncio de celebrar elecciones regionales de gobernadores de Estado y Consejos Legislativos, promovido por la dictadura, han constituido una maniobra inteligente del Régimen.

En efecto, la táctica oficialista ha dividido a la ya fragmentada oposición partidista y ha generado reacciones encontradas dentro de la sociedad civil organizada, que el 12 de diciembre pasado protagonizó una de las hazañas cívicas más importantes del acontecer político actual al participar masivamente en la consulta Electoral que exige el cese de la usurpación y la convocatoria a elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables, activando todos los mecanismos internacionales para proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad, lograr la ayuda humanitaria y la responsabilidad de proteger.

El anuncio de las elecciones regionales ha generado por parte de algunos sectores partidistas opositores y de la sociedad civil la tesis de participar por encima de toda lógica, por cuanto las circunstancias que justificaron la abstención de la mayoría de los venezolanos en las elecciones parlamentarias del 6D no han cambiado y por lo tanto no se justifica concurrir a otro fraude electoral. Se ha producido una corriente opositora que promueve lanzar candidatos para participar en dichos comicios que pretenden convertir en una mega elección agregando las Alcaldías y los Concejos Municipales. 

Por otro lado, la convocatoria al diálogo, aceptada por FEDECÁMARAS, CONSECOMERCIO y sectores de la vida universitaria, ha logrado el cometido de sus proponentes, de segmentar unas eventuales negociaciones para lograr las bases de la transición de la dictadura a la democracia como única vía pacífica, constitucional y electoral para salir de la crisis.

La estrategia del Régimen es clara, bajo el espejismo de una nueva etapa del proceso tipo China “un país, dos sistemas”, propone cambio económico de mercado sin cambio político, idea que ha llevado a los gremios patronales a involucrarse ingenuamente en negociaciones sectoriales que fraccionan la fuerza de los sectores de la oposición para sentarse a dialogar con el Régimen con una facilitación internacional, olvidando los ataques sistemáticos que durante décadas, la revolución le ha hecho al sector empresarial, sin ahorrarse descalificaciones contra su enemigo estratégico a lo interno. Las privatizaciones anunciadas gracias a la llamada Ley Antibloqueo han sido un señuelo para la participación de capitales privados en el remate de los activos del país.

Aquella etapa de los diálogos que propiciaba el Régimen, para ganar tiempo y surfear las amenazas internas y externas que se armaron años atrás, parece que llegó a su fin. Quienes detentan el poder, han iniciado la transición desde su propia concepción y con sus propias reglas.

Pareciera que este es el peor momento para negociar, dada la debilidad de la oposición producto del agotamiento de la gente, la destrucción de toda la institucionalidad republicana, el miedo, la persecución y la desesperanza aprendida que ha llevado a una especie de anomia social que merma la capacidad de lucha de la ciudadanía.

Ante este desolador panorama interno, es obligante entendernos y promover la sinergia entre la sociedad civil organizada, los partidos políticos y los aliados internacionales para impulsar el cambio que requiere el país.

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Un comentario

  1. Muy «polite» ese final:
    «Ante este desolador panorama interno, es obligante entendernos y promover la sinergia entre la sociedad civil organizada, los partidos políticos y los aliados internacionales para impulsar el cambio que requiere el país» Como para que no digan…
    Me quedo con «el desolador panorama interno». Es lo único cierto de ese párrafo. Ellos ganaron. Ganó la corrupción. Ganó el narcotráfico. Ganó el terrorismo internacional.
    Ayudó buena parte de la oposición (partidos políticos y sociedad civil organizada). Y con respecto a «los aliados internacionales», son los mismos que entregaron la Guayana Esequiva…
    Mi pobre Venezuela. Una linda niña violada y prostituida por los que «la cuidaban».
    Saludos

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