¿En donde estamos?
Depende del lado del camino en que nos encontremos sabremos, a lo mejor dónde estamos. Ya van casi 8 años de este llamado proceso revolucionario y lo que vemos, si miramos para atrás, es un desorden causado por una sucesión de improvisaciones que pretenden ocultarse bajo una seudo estructuración ideológica de un utópico socialismo del siglo XXI. Para otros, no se lo puede negar, hay como dice la canción un camino lleno de esperanzas. Pero tampoco se puede decir que vivimos bien, aunque algunos pueden estar conforme con su súbita riqueza. Un reciente estudio coloca a Venezuela como uno de los sitios mas peligroso del planeta, la cantidad de asesinatos que ocurren a diario en el país, nos ubica por encima de las muertes ocurridas en Irak , Afganistán y Colombia. A lo mejor estas cifras no son correctas, sin embargo, lo que es obvio para todos es que la vida en nuestras ciudades vale poco, las causas que originan un asesinato son tan banales como pueden ser el estar atravesado en el camino de algún desquiciado por el consumo de drogas o simplemente para satisfacer la sed venganza o colmar la rabia. La pregunta que salta a la mente es si, como se dice, estamos construyendo un mejor país, ¿Por qué la violencia se ha incrementado de manera exponencial?. Las causas las conocemos todos pero acaso las superaremos dividiendo al país en buenos y malos, en revolucionarios y contrarrevolucionarios , no será más bien que la desunión es un catalizador de la violencia. El verdadero problema no es saber quién tiene la razón, nadie la tiene en forma exclusiva. El problema es entender que sólo en la unión está la fuerza y que entre más nos dividamos más nos empequeñeceremos. El resto del planeta avanza a tropezones pero avanza, nosotros nos empeñamos en retroceder con la ilusión de que estamos avanzando hacia un mundo mejor.
