¿Entramos en una fase de negociación asistida?

Las informaciones que llegan indican que más temprano que tarde se iniciará un proceso de negociación entre el régimen y la oposición que encabeza Juan Guaidó en su calidad de ser el último hilo de la institucionalidad democrática, tanto a nivel nacional como para la comunidad internacional, y por eso, en México, veremos en una primera fase los términos y condiciones indispensables para entablar un proceso serio de negociación en el que las partes deben ponerse de acuerdo sobre cómo proceder y, fundamentalmente, en los lapsos para no volver a lo que el régimen le gusta denominar como diálogo.

Esta negociación llevaría consigo una permanente observación internacional , a través de la cual, sí se procede de conformidad con las reglas acordadas, se podrían reducir algunas sanciones a cambio de resultados concretos.

¿Cuáles serían esos resultados? Lo más probable es que tengan que ver con una progresiva democratización del país que permita que, con base en un calendario aceptable, se puedan realizar elecciones libres para reestablecer el estado de derecho, condición indispensable para que la llegada de inversiones ayuden a la reconstrucción del país.

¿Es este esquema una utopía o la expresión de un estado de necesidad? No lo sabemos aún, pero pronto subirá la cortina y nos dejará ver si estamos en presencia de una tragedia, una comedia o una nueva realidad.