¿Habrá luz al final del túnel?
El hombre ha sido hecho no para ver la luz, sino para ver sólo las cosas que la luz ilumina.
Goethe
Dice el dicho popular que los pueblos se merecen el gobierno que tienen. No quisiéramos creer que estamos ante un axioma, sin embargo, a veces, no le queda a uno más que pensar ¿por qué los que desean un cambio de rumbo en la conducción del país se aferran en confirmar ese dicho?
Hoy en Venezuela el debate es mas fiero entre los diversos sectores que desean el cambio que con respecto a los errores y torpezas sistemáticas del gobierno. Pareciera que la ceguera de algunos, inspirada por un odio cerval a la realidad actual, les impide entender que para triunfar no basta renegar. Es precisamente en estos momentos que es más necesario jugar con sangre fría.
Hay que hacer los mayores esfuerzos para lograr una tregua entre las diversas posturas o posiciones tácticas de la oposición y calmadamente sopesar cuál sería la mejor estrategia para aprovechar las circunstancias actuales de relativo debilitamiento del adversario principal. En vez de atacar a todo aquél que pretenda buscar el apoyo popular para convertirse en líder de la oposición, más bien es oportuno concentrar la furia o el entusiasmo en poner de relieve las enormes contradicciones del régimen, así como sus cada vez mas continuos errores.
Mientras la oposición siga enfrascada en una lucha escolástica por determinar cómo y cuándo, si es que acaso se participa en las elecciones de diciembre, seguirá dándole vueltas a la noria y justificará con su actitud la existencia del gobierno actual. En cambio si se dedicaran a debatir que es lo que en verdad el país desea como gobierno y cuál es la mejor manera de solucionar los principales problemas del país, que hoy se han agudizado, estarían dando un paso adelante para convertirse en una alternativa válida
A lo mejor la primera tarea del nuevo Cardenal no sea otra que conciliar a la oposición para que esta pueda alcanzar la sindéresis necesaria para convertirse en una verdadera opción de cambio. Esperamos que empecemos a ver la luz al final del túnel
