La capacidad de autoengaño parece ilimitada
Con la invasión a Ucrania por parte de los ejércitos de Putin, han surgido toda clase de reacciones en las redes sociales, desde las que abiertamente se condena la agresión por considerarla violatoria de las normas del derecho Internacional e ir en contra de los principios establecidos y garantizados por las Naciones Unidas, y que fue ratificado por 141 países en la Asamblea General.
Otras, aunque no apoyan abiertamente la invasión, argumentan que hay responsabilidades compartidas, porque la OTAN es responsable al querer sumar a la organización países que en el pasado integraban el llamado Pacto de Varsovia.
La tercera posición es la de aquellos que oficialmente apoyaron a Rusia en Naciones Unidas y que son dictaduras aliadas incondicionalmente a Putin. Felizmente para nosotros, el régimen de Maduro no se sumó a ese grupo porque no pudo votar debido a su morosidad con la ONU.
Más allá de las opiniones, lo cierto es que, si algo se ha impuesto en el mundo entre el siglo XX y XXI es la proliferación de estados soberanos, que defienden a capa y espada su soberanía nacional, y no están dispuestos a volver a ser colonias, o parte de un imperio hoy inexistente.
Rusia no tiene ningún derecho de reclamar lo que alguna vez fue parte del imperio de los zares o de la URSS. Eso es el pasado histórico y es un anacronismo querer restablecerlo por la fuerza.
En un mundo globalizado e interconectado y que vive literalmente en tiempo real, no caben operaciones militares como las que intentaron, a mediados del siglo XX, Alemania, Italia y Japón.
Hoy, militarmente, Rusia cuenta solo con el apoyo de Bielorrusia, porque lo de Maduro de enviar a sus pilotos de Zukhoi, no pasa de ser un mal chiste.
No permitamos que la propaganda obnubile nuestras mentes, ni sigamos aferrados a circunstancias heroicas de la URSS en la Segunda Guerra Mundial. Putin no tiene nada en común con esa época. Él es la expresión mas acendrada de un gobierno mafioso y corrupto, cuya única verdad y meta es permanecer para siempre en el poder.
