La delincuencia en Venezuela
La delincuencia no desaparecerá con cambios de ministros y de jefes policiales. La violencia que corroe al país tiene múltiples causas, sin embargo una de las mas evidente es la total impunidad que cubre como manto pernicioso a la mayoría de los delincuentes en Venezuela. Es mas, el Presidente Chávez puede ahora darse golpes de pecho e increpar a sus funcionarios públicos, pero no puede olvidar que el justificó el robo por necesidad, creyéndose a pie juntilla la historia de Jean Valjean que terminó preso por haberse robado una hogaza de pan.
La delincuencia también se alimenta del maniqueísmo prevaleciente que separa, por un lado, a los buenos, los revolucionarios a quienes se les perdona todo y por el otro los escuálidos, los contra revolucionarios y los opositores en general a quienes se les culpa y se les condena de antemano por ser la causa de todos los males. Con un clima como ese como no se va a sentir amparado por la ley el buen delincuente con camisa roja.
La delincuencia se nutre del clima de pobreza sin esperanza que aún hoy después de mas de 7 años de aventura revolucionaria subsiste, con el agravante de que el nuevo y expandido sistema clientelar o de plan de emergencia no da lugar a creer que servirá para superar de manera permanente la pobreza. A lo que se agrega la frustración de ver como los adeptos al gobierno logran una riqueza súbita si se saben arrimar a la buena sombra protectora del régimen
Por último la absoluta falta de credibilidad en el sistema judicial venezolano y la permanencia de un sistema carcelario que solo tiene parangón en los países mas atrasados del planeta, valida la esperanza de salir del hueco con un golpe afortunado que permita romper con el círculo vicioso de la mal llamada buena pobreza.
Esperemos que el gobierno se de cuenta de que es necesario rectificar el rumbo si de verdad desea resolver el problema de la delincuencia en nuestro país. Ojalá estos recientes tirones de oreja del Presidente no sean una expresión mas de una convulsa lucha interna detrás de bastidores.
