La espada de Bolívar
En pleno siglo XXI no tiene ningún sentido, con todos los graves problemas que tendremos que enfrentar, seguir pensando como si estuviéramos en el siglo XIX.
No tiene sentido condicionar nuestro futuro a lo que ocurrió en el pasado. Los franceses no viven lamentándose por Waterloo, ni los mexicanos por lo que ocurrió en Texas, aunque AMLO exija perdón a España por la Conquista.
Como bien dijo el Embajador de Kenia en Naciones Unidas, los africanos no miran hacia atrás por todo lo ocurrido en la colonia, sino que miran al futuro y buscan la manera de que África pueda avanzar y progresar en paz.
Bolívar fue un gran personaje histórico, pero depender del culto a la personalidad es quizás una de las causas que nos impide ser una nación moderna acorde con las circunstancias predominantes del mundo actual.
Es tiempo que en Venezuela los héroes bajen del caballo y guarden sus espadas, para que den paso a las nuevas referencias, a los intelectuales, científicos, deportistas, agricultores y en general a las personas que día a día se ganan el pan honestamente, donde las nuevas armas sean libros, computadoras, pelotas, tractores y deseos de superación.