El Editorial

La estrategia del régimen

Paso a paso el régimen de Maduro teje su estrategia a dos niveles, por un lado presenta una supuesta disposición a dialogar, con base en entendimientos con algunos sectores de la sociedad venezolana, como Fedecámaras, Consecomercio y algunas autoridades de las universidades públicas. Al mismo tiempo, hacen guiños a la comunidad internacional, dejando que circulen por el país los noruegos y miembros de la comisión de DDHH de la ONU. Y reaccionan de manera discreta frente al comunicado del grupo de contacto de la Unión Europea.

Por otro lado, el régimen sigue desarrollando su esquema original, rechazado en el referéndum constitucional, de imponer, ahora por vía legislativa, el Estado Comunal. Y, al mismo tiempo, arremete contra las universidades privadas y contra medios de comunicación digitales y hasta con organizaciones civiles activas que intentan paliar la crisis humanitaria.

Lo lamentable es que, algunos de buena fe y otros no tanto, están dispuestos a entablar un diálogo que necesariamente terminará siendo engañoso, porque el verdadero propósito no es otro que consolidar el proceso revolucionario, a pesar de lo paradójico que resulta esto, con el escandaloso enriquecimiento de la nomenclatura oficial.

Lo grave de los que escuchan y creen en el canto de las sirenas del régimen, es que en vez de acercarnos a una solución a la crisis humanitaria, migratoria, ecológica y de seguridad, lo que lograrán es lo mismo que ocurrió en Nicaragua, que no es otra cosa que la perpetuación de Maduro en el poder.

Sin democracia, sin estado de derecho, sin libertad de pensamiento y de expresión, con hegemonía comunicacional y con presos políticos, militares y civiles, Venezuela no saldrá nunca del foso en el que la han sumido estos 21 años de la presunta revolución bonita.

No hay posibilidad de que volvamos a transitar la senda de la democracia si no existe un firme y decidido propósito de la sociedad civil organizada y de los partidos políticos democráticos en determinar una unidad de acción y una estrategia común para, junto a la comunidad internacional, lograr las condiciones necesarias para que se de una verdadera y confiable negociación que nos lleve a un gobierno de transición, que prepare las condiciones indispensables para que se celebren en Venezuela elecciones libres y supervisadas para todos los poderes del Estado.

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3 comentarios

  1. Sin democracia, sin estado de derecho, sin libertad de pensamiento y de expresión, con hegemonía comunicacional y con presos políticos, militares y civiles, Venezuela no saldrá nunca del foso en el que la han sumido estos 21 años de la presunta revolución bonita. (Preambulo del editorial)
    El estado de derecho puede definirse como un principio de gobierno en el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a leyes que se promulgan públicamente, se hacen cumplir por igual y se aplican con independencia, además de ser compatibles con las normas y los principios internacionales de derechos humanos. Asimismo, exige que se adopten medidas para garantizar el respeto de los principios de primacía de la ley, igualdad ante la ley, separación de poderes, participación en la adopción de decisiones, legalidad, no arbitrariedad, y transparencia procesal y legal». (Informe del Secretario General sobre el estado de derecho y la justicia de transición en las sociedades que sufren o han sufrido conflictos).
    El Poder racional se apoya en la legalidad de las disposiciones de la Nación que deba ser constituída en Estado. El llamado Poder Tradicional se fundamenta en el carácter sagrado de las tradiciones válidas desde siempre y en la legitimidad de los llamados a ser «autoridad». Por último, el carisma del lider obtiene la sumisión de la comunidad y deriva en el dominio sobre la sociedad. El carácter coercitivo y represivo del lider carismático afecta el valor establecido de la Instituciones del Estado.
    Podemos decir que la ruptura de la normatividad del Estado debe permanecer estable. De otro modo estaremos sumidos en la anarquía, con o sin «Comunas».

  2. Buenas descripciones meramente sintomáticas, superficiales, sin diagnóstico claro. Es dura mi crítica,lo sé, se las hago, como una súplica, para que me escuchen. Lo que los déspotas rusos hacen al promover las teorías del Edo profundo x toda la red, no es más que un intento disuasorio y de poner en contra de china a las audiencias globalizadas, mientras ellos hacen desastres aquí y otras pseudo democracias, ike defendiendo el estado venezolano en contra de su mismo pueblo. Rusia es la mayor escuela de los usurpadores de la democracia, mucho más audaces que los chinos, el despotismo ruso consiguió un soft landing para Yeltsin y cía. tras la caída de la URSS., Esas élites sólo cambiaron de ideología, no de voluntad. Es la voluntad del egoísta, que antepone sus intereses a los de los demás. Y Por favor no se alarmen, si les recuerdo que este mismo principio apuntala las bases del liberalismo Smithiano con la máxima que parafraseando más o menos dice «y será resultado del interés propio de cada quien procurando por su propio bien, que la sociedad en su conjunto irá guiada cómo por una mano invisible hacia mayor bienestar».
    Si quienes cuentan con nuestros votos no son capaces de ver la delgada frontera que separa ambas realidades, es porque son criptopoliticos no dignos. Así, me atrevo a señalar a sus Mercedes que esta patología social trasciende el problema ideológico, porque es mucho más grave. Ello debe llamarnos a la unidad ante el despotismo, venga de izquierda o derecha. Debemos exigir a los líderes que hoy están como embriones en nuestra sociedad, que se unan también allende las ideologías, en los fértiles campos de la metapolitica, sin anteponer sus intereses privados para que no entren al círculo visioso de la trata y la coima. Es al servicio del ciudadano que deben estar, y no al revés como estos pretenden.

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