El Editorial

La expulsión de los observadores

Con la iirreflexiva acción de expulsar del país a los observadores de la Unión Europea, Maduro lo que va a lograr es la confirmación de que nada ha cambiado para mejor en su régimen, sino, al contrario, ha puesto de manifiesto ante el mundo el carácter dictatorial y soberbio de su gobierno y que no está dispuesto, bajo ningún respecto, a ceder en un ápice su poder y que no le importa en absoluto lo que puedan pensar u opinar las democracias del mundo.

Para él lo que cuenta son sus amigos autoritarios y le basta el respaldo de Rusia, China, Turquía, Irán, Cuba, Nicaragua, Bolivia y ahora Honduras, quienes lo reconocen como el amo de Venezuela.

Que haya seguido perdiendo popularidad eso le tiene sin cuidado, mientras siga controlando al CNE, TSJ y las FFAA, porque él no está dispuesto a medirse en elecciones libres, ni mucho menos liberar a los presos políticos y ni por un instante ha pensado en desprenderse de la hegemonía comunicacional, ni permitir que se imponga en el país un estado de derecho.

Maduro se siente cómodo manejando los hilos del poder y no le importa que la economía esté hecha pedazos, porque, mientras tenga lo suficiente para alimentar a su camarilla, sabe que no podrán sacarlo del trono de Miraflores, ni impedirle que designe como su delfín a Nicolasito. Lo que sucede es, como dice el dicho venezolano, que una cosa piensa el burro y otra el que lo monta y no será ni el primero ni el último que lo corcovee su montura y termine en el suelo sin entender por qué.

El tema es que el burro hasta ahora piensa como tal, pero no se excluye que de pronto se de cuenta que lo mejor es que piense como caballo, para sacudirse ese peso muerto que lleva encima.

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Un comentario

  1. El estado de derecho garantiza esencialmente la igualdad de todas las personas individuales de la sociedad sobre la base del principio de que toda persona es igual ante la ley.
    En las sociedades donde se ejerce el imperio de la ley la gente tiene la oportunidad de buscar una protección igualitaria siempre que se produzca una violación de derechos. La inexistencia del estado de derecho es una causa importante de la pobreza. Como se ignora la protección igualitaria que la ley otorga a todos los ciudadanos, la transparencia, la responsabilidad y la buena gobernanza que apuntalan el desarrollo del individuo y de la sociedad no existen.

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