La hora final
El tiempo se nos acaba, y no es la hora ya de quienes llamaron a participar en las elecciones, de quienes llamaron a no participar, del régimen distorsionado que distorsiona a su vez todo lo que toca. Es la hora de lo que hemos perdido, la legitimidad.
Llámese Juan Guaidó, el dirigente que ni votó ni se opuso a que votaran –es decir, no tomó posición- o María Corina Machado, la que no indica caminos a seguir, Pedro Pérez o Pablo Chusma, como sea que se llame, es la hora de quien se erija en dirigente de la población honesta, trabajadora, esforzada, con la bandera de la legitimidad.
Ese es el cambio que los millones que no votaron, y los que sí lo hicieron, estamos esperando. El cambio hacia una Venezuela legítima capaz de ganarse con esfuerzo propio el bienestar y el sostenimiento de la libertad.