La importancia de mantener el enfoque en la transición democrática

En el contexto político actual de Venezuela, algunos debates han desviado la atención del objetivo central: lograr una transición democrática que permita superar la crisis institucional que afecta al país.
Es comprensible que existan discrepancias en torno a la interpretación de los hechos recientes, especialmente en un país con posiciones tan encontradas como el nuestro. Sin embargo, es fundamental que las críticas y opiniones se desarrollen con base en el respeto a las normas constitucionales y los procedimientos legales establecidos, ya que estos son esenciales para el restablecimiento de un orden democrático.
El proceso electoral del pasado 28 de julio expresó claramente la voluntad de una mayoría ciudadana que aspira a un cambio político en Venezuela. A pesar de ello, los retos para concretar esta transición son significativos, y las complejidades legales y políticas deben ser abordadas con prudencia y apego al marco constitucional.
Con el pasar de los días las redes sociales han vuelto a ser un hervidero de chismes y comparaciones que no vienen a lugar.
En lugar de fomentar la descalificación o el desencuentro, es momento de unir esfuerzos y contribuir, desde cada espacio, a facilitar una transición ordenada y pacífica. La comunidad internacional, junto con los actores políticos nacionales, encabezados por Edmundo González Urrutia, tiene un rol crucial en este proceso. Las acciones coordinadas y estratégicas serán determinantes para superar los obstáculos y construir un futuro democrático.
El llamado es a la sensatez y a evitar las comparaciones o los enfrentamientos innecesarios que puedan desviar el foco de lo esencial: Venezuela necesita un cambio que garantice estabilidad, respeto a los derechos humanos y progreso para todos sus ciudadanos. Solo trabajando juntos, con visión de país, se podrá alcanzar este objetivo.