Las causas de la migración

Más allá de las fuertes medidas que la administración de Donald Trump está tomando en contra de los inmigrantes, que tiene unas implicaciones lamentables para miles de ciudadanos honestos y trabajadores, la gran pregunta que deben hacerse los países latinoamericanos es por qué su población emigra.
Con una población joven, abundantes recursos naturales y –con algunas excepciones- una zona libre de conflictos armados, Latinoamérica tiene un gran potencial, pero no termina de concretar el desarrollo económico y social necesario para que su población vea el estímulo necesario para quedarse en su tierra.
Venezuela, Nicaragua y Cuba, tienen gobiernos donde la ausencia de democracia limita el potencial económico, y sumado a la represión, se constituye una combinación perfecta para hacer maletas y tratar de buscar otros horizontes.
En otras naciones, la desigualdad social, producto de la corrupción y la ineficiencia gubernamental, potencian la pobreza, con el mismo resultado. Otros huyen de la violencia criminal. Entonces, está bien que los gobiernos latinoamericanos levanten su voz ante posibles abusos en contra de sus ciudadanos en el exterior, pero, ¿Están haciendo lo necesario para que su gente se quede? ¿Están invirtiendo suficiente en educación y tecnología, en seguridad pública o están abriendo oportunidades al capital privado nacional e internacional para impulsar los proyectos de desarrollo? Este sería un buen tema para una cumbre, en vez de quedarse en el cuestionamiento de las medidas soberanas de los estados receptores.