Las incongruencias de Pedro Sánchez
Si algo se puede decir de Pedro Sánchez es que es un político pragmático, cuyo fin principal es hacer lo que sea para permanecer en la Moncloa.
Hay que recordar que antes de la investidura lograda con dificultad -solo por 2 votos en las Cortes-, y gracias a los votos de Podemos y de los partidos separatistas, ya había intentado, de todas las maneras posibles, convencer al entonces joven líder de ciudadanos, Albert Rivera, para que formasen gobierno juntos. Ya sabemos lo que le costó a Rivera no aceptar la invitación a firmar gobierno de centro izquierda.
Ahora, Sánchez tiene que pagar el precio de mantenerse en la Moncloa y debe acceder a las demandas de Iglesias con respecto a Venezuela y veremos que hará con respecto a Cataluña.
Querer mantenerse en el poder a todo costo tendrá implicaciones y ya vemos cómo pretende su ministra de Relaciones Exteriores modificar su alianza con Francia y Alemania, en el seno de la Unión Europea y acercarse más a Italia, Grecia y Polonia, para tal vez pretender ser el líder de un nuevo contrapeso, pero, a la larga no le rinde las ganancias a tal iniciativa.
Por otro lado, las incongruencias con respecto a Venezuela, usando un lenguaje ambiguo con respecto a Guaidó, y la enredada situación creada por el Delcygate, pueden poner en vilo las relaciones con EEUU, e incluso en el seno de la Unión Europea.
En política, como en la vida, jugar al saltimbanqui puede ser fatal. Esperemos que pronto recobre el juicio y tome conciencia del peso real de España en las relaciones internacionales.
EFP
