Las nuevas generaciones

Nacieron entre la caída de la democracia y la consolidación del desastre madurista de estos días. Están entre adolescentes y adultos jóvenes entre los 30 y los 40 años. Algunos de ellos, los menos, son activistas y dirigentes de partidos políticos, unos cuantos militantes y la mayoría sólo es activistas del me importa un $*&%.
No esperan que Venezuela cambie en manos del chavismomadurismo, no esperan que la oposición lo haga. Venezuela cambiará, así lo sienten, por el esfuerzo que hagan por sí mismos y sus familias. Son profesionales, técnicos, empleados, empresarios y salen todos los días a las calles a fortalecer sus propias vidas. Los gana la Venezuela que construyan para ayudarse a sí mismos, no el país que quienes regentan el poder y opositores discuten a dentelladas y les ofrecen si los ayudan. No van a ayudar, no creen en políticos, sino en sí mismos.
Por eso el Régimen está cada día más solo, aferrado a sus ambiciones tanto como a sus miedos, por eso los partidos opositores se unen y se dividen. La Venezuela que conocieron los ya viejos se diluye entre unas y otras manos, para los jóvenes de estos tiempos prácticamente todos son ladrones, mentirosos e incapaces.
Y envejecen, se estancan. La generación que puede relevarlos los ignora. Van construyendo a pedacitos individuales su propia Venezuela. Es una tragedia política, pero también lo vemos como una esperanza.