Los giros de Brasil
La declaración del embajador de Brasil en Guyana, Lineu Pupo De Paula, sobre el diferendo territorial entre Guyana y Venezuela no es un hecho caprichoso de un diplomático, sino el reflejo del giro que está dando Brasil en la prioridad de sus relaciones internacionales, en las que por lo visto pesan más sus intereses geopolíticos sobre Guyana que los residuos de la antigua alianza Lula-Chávez.
Para entender mejor este giro político hay que hacer referencia a los recientes acuerdos que han suscrito con los EEUU, tanto a nivel de Ministros de Defensa, como al propio nivel de Presidentes.
El 29 de agosto de este año el ministro de Defensa de Brasil, Jacques Wagner, y el Secretario de Defensa de EEUU, Ashton Carter, firmaron dos acuerdos de cooperación militar. Un día después Barak Obama declaró » su absoluta confianza» en Dilma Rousseff y agregó » Brasil es un socio absolutamente indispensable en el enfrentamiento de los desafíos mundiales. No es apenas un líder regional; es un líder global».
Aparte de estas frases, por demás correspondidas con el mismo tenor por Dilma, se pudieron conocer en la página oficial del Palacio de Planalto los acuerdos firmados el 30 de agosto entre Obama y Rousseff y entre muchos de estos resalta la mención que se hace, en el comunicado conjunto, al rol que debe desempeñar la OEA: «Los presidentes reconocen la importancia de la Organización de Estados Americanos en la defensa y promoción de la gobernabilidad democrática y de los derechos humanos», y a la vez congratulan al Secretario General Almagro y se comprometen a «trabajar con él para revitalizar la Organización, de modo que ayude efectivamente a los Estados Miembros a hacer frente a los desafíos hemisféricos»
No se hace mención a la Celac y sólo de manera muy tangencial a Unasur. Más claro no canta un gallo y Brasil viene a cuidar el patio trasero.
La verdad es que en un mundo tan complejo, difícil y conflictivo amen de competitivo, cada nación busca la manera de mantenerse a la vanguardia de los cambios tecnológicos y económicos, adaptándose rápidamente a los requerimientos del mercado en todos los ordenes y buscando desplazar a los adversarios para mantener sus ventajas comparativas y por ende su hegemonía relativa. En este sentido Brasil es la referencia obligada y Venezuela representa todo lo que no se debe hacer.
La presidenta Rousseff y el pre candidato Lula como miembros del PT se han comprometido a retomar la senda del crecimiento económico y a rectificar lo que se tenga que rectificar, luego de que sonados casos de corrupción los salpicaran por el caso Petrobras. Pero, la enseñanza mas interesante es que la democracia ha permitido mantener un seguimiento de quienes administran la cosa pública en un país donde la desigualdad es un problema muy serio pese a los avances logrados. Los Indignados ya son una fuerza que va tomando importancia política y que no piden la instauración del ´´socialismo´´, sino que el sistema funcione y cumpla sus objetivos, obligaciones y compromisos. No quieren un ´´Chávez´´ y mucho menos un ´´Maduro´´, quieren que la democracia brasileña funcione por igual para todos, y todo apunta a que lo van a lograr.
En base a lo anterior, la importancia de Venezuela se va transformando en algo marginal. Un cliente que le compra carne a precios sobre facturados y que ha sido penetrado lo suficiente como para mantenerlo vigilado y bajo control. Mal pagador, desprestigiado, pero donde las mercancías brasileñas son necesarias y muy solicitadas por su calidad muy superior a las chinas y donde se puede llegar a un entente con éllos ( los chinos), al momento de renegociar deudas y cobrar facturas. Además – y los chinos lo saben – ese petroleo de la Faja les terminará llegando a las manos y que tendrán que repartirselo con norteamericanos, rusos, y hasta por razones geopolíticas con el mismo Brasil. Será la hora y el momento donde el BRICS sacará su músculo financiero para afianzar esa especie de ´´hegemonía financiera´´ que Venezuela tendrá que aceptar si quiere pasar de soslayo por el purgante mas doloroso del FMI. Y eso sin contar con la visión de la India que también aspira participar en unas parecidas o iguales condiciones.
La entrada en una fase terminal de la dictadura socialista en Venezuela y hasta donde por inercia habrá que contar con los políticos ´´profesionales´´ y con lo acaecido con la máxima pena´´ al líder de Voluntad Popular ( que no se entiende por qué se podía esperar lo contrario), se dan las condiciones para ese pequeño esfuerzo necesario para que el mundo decida dar por finiquitado el episodio de esta criminal experiencia ´´roja´´, y pueda incorporar a nuestro país a la comunidad internacional con la frente bien en alto y gozando a plenitud de sus derechos soberanos. Y es que no es cuestión de invocaciones a entes superiores o pedirle auxilio a Maria Lionza o a los ´´babalos y santeros caribeños´´, se trata de entender que la hora de la liberación está próxima y debe de encontrarnos preparados…