Los héroes anónimos
Si algo hay que resaltar de esta nueva crisis, ha sido la respuesta solidaria de numerosas personas que, a pesar de los riesgos que implica estar en la calle y poder ser infectado con el virus, han considerado que es más importante la labor que desempeñan.
Están en primer lugar, por supuesto, los médicos y enfermeras, que desinteresadamente tratan de resolver y de ayudar a los pacientes que están afectados por el Covid-19.
Pero no podemos dejar de sentir admiración y agradecimiento por los trabajadores del aseo urbano o de Hidrocapital, que siempre están prestos a resolver cualquier avería en el servicio de agua. También están siempre en sus puestos de trabajo los empleados de los automercados y farmacias, que nos permiten que cubramos nuestras necesidades de comida y medicinas. Merecen especial mención los operadores de las diversas estaciones de radio. Incluso hay algunos que no han salido de las emisoras desde que se inició la cuarentena y tenemos que agradecerles que nos mantienen al día en este difícil trance. En este mismo renglón se encuentran los periodistas, que a pesar de las condiciones adversas, luchan por brindarnos cada día información veraz. Y no debemos olvidar a las fuerzas de orden público, que intentan poner orden en el caos.
En fin, son muchos los héroes anónimos que, en medio de la difícil circunstancia que estamos viviendo, se encuentran allí, silenciosos, para hacernos más llevadera la vida.
Gracias a todos ellos.
Ciertamente, estos profesionales de la medicina hacen todo lo humanamente posible para hacer lo imposible : Salvar vidas en medio de una ausencia casi total de los mínimos requeridos para salvar al muy enfermo. Y que decir de los médicos venezolanos que ejercen en los países desarrollados : Lo tienen todo, pero asumiendo niveles de riesgo nada desdeñable. En Alemania recién ahora están algo más aliviados de atender las emergencias por coronavirus y regresar a las rutinas de siempre y la razón : el disciplinado pueblo alemán entendió el problema y está cumpliendo con la cuarentena al pie de la letra. Digamos que en Europa – incluida España e Italia – hay un optimismo moderado mientras la pandemia se desplaza violentamente a los Estados Unidos. Los médicos norteamericanos han advertido : Prepárense para la segunda oleada del coronavirus en el próximo invierno, será bestial y no se sabe si habrá evolucionado o si presentará nuevas variantes que obliguen a buscar otras nuevas vacunas. Para nuestro continente no sabemos que nos espera en el corto, mediano y largo alcance. Médicos nuestros en Ecuador ya murieron y la gente agoniza y fallece en cualquier lugar. Nosotros por nuestro aislamiento hemos soportado el embate inicial pero, nuestros compatriotas migrantes están regresando y casi que abandonados y discriminados en los países bolivarianos. Hay viene una oleada de peligro y dudamos estar preparados para recibirlos adecuadamente, pero estamos totalmente obligados. Estamos en peligro y solo contamos con nuestros médicos y enfermeras, para afrontar una pandemia que ya se nos viene encima con gran intensidad. Creemos que solo con solidaridad y apoyo recíproco tendremos alguna oportunidad de superar el embate que, está por llegarnos. Cada día más nuestros compatriotas más vulnerables van perdiendo toda su capacidad para acceder a médicos, enfermeras, alimentos y medicinas … Y ELLOS SON LA INMENSA MAYORÍA.