El Editorial

Los tapabocas no tapan la verdad

El mundo entero produce y compra vacunas para inmunizar a los diversos pueblos contra un virus que ha demostrado mucha menos diplomacia y más agresiva eficiencia que los conocidos foros internacionales, contaminados de inútiles buenas maneras y los intereses verdaderos, y por ello ocultos, de los diversos gobiernos del mundo.

Excepto en Venezuela, donde el régimen, consciente de su criminal descuido del sistema público de salud, mandó a usar tapabocas y a lavarse las manos en un país donde si algo falta con frecuencia es el agua, para los vecinos de urbanismos ricos y pobres, y para los hospitales.

En el mundo entero, hasta en la China culpada de primero producir y luego dejar escapar al mortal virus y en países donde los gobiernos politiqueros descuidaron la vigilancia, como en la España en plena decadencia demagógica socialista, los gobiernos tomaron medidas, acertadas o desacertadas, pero las tomaron. Pero no en Venezuela, donde el propio presidente se enredó en el pegajoso pantano de la incredulidad popular tratando de engañar con unas gotas que, en su natural desconocimiento del pensar venezolano, quiso atribuir a José Gregorio Hernández, demagogia sin base ni sentido.

El hecho trágico es que los sobrevivientes de la violencia y la represión están enfermándose y muriendo en el país donde sólo hay vacunas para el grupete del poder y los demás mueren a sabiendas de que el Gobierno miente.

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Un comentario

  1. La periodista Nito Pérez Osuna mencionó en una entrevista un hecho singular: la estabilidad del número de habitantes de la isla de Cuba en los últimos 30-40 años y comenta que eso es premeditado. Eso me llevó a buscar información sobre su crecimiento demográfico y es muy macabro. No solamente tienen una alta de emigración, sino que tienen la tasa más alta de abortos en América latina, la mayor tasa de divorcios y la natalidad más baja (esta información es verificable en intenet). No es descabellado pensar que lo que ocurre ahora en Venezuela tenga el mismo objetivo: mantener los niveles de la población en niveles manejables desde el punto de vista de la represión y desde el punto de vista económico. Eso explicaría por qué el régimen venezolano no tiene interés en frenar la huida de los venezolanos hacia otros paises, y la pandemia les ha venido como anillo al dedo: la mortandad por la Covid19 va a ser tan grande con la población desprotegida, sin hospitales, sin vacunas, sin médicos (el personal médico muere igualmente desprotegido) que una desidia y crueldad tan grandes contra sus propios ciudadanos sólo se puede explicar (más allá de la venganza de los Rodriguez y otros) como un mecanismo de mantener la población en números estables y que no haya crecimiento demográifco como ocurre en Cuba. Los datos del World Bank en cuanto a tasa de crecimiento poblacional son reveladores. Hasta 2019, Venezuela es el único país con una tasa negativa muy marcada (-1.2) y Cuba con (-0.0). Todos los otros países de América tienen tasas positivas, incluido Haiti (+1.2). En otras palabras, lo que está ocurriendo en Venezuela es un GENOCIDIO.

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