El Editorial

Más que de EEUU ocupémosnos de Venezuela

En Venezuela se ha despertado una suerte de angustia con los resultados aún no anunciados oficialmente de las elecciones de los EEUU. Biden parece llevar una ventaja tanto en voto popular como en número de miembros de los Colegios Electorales de cada estado. Pero recordemos que en ese país las elecciones son indirectas y, al final del día, el ganador será el que obtenga el mágico número de 270 miembros en el Colegio Electoral que tiene un total de 538.

Trump no ha reconocido un eventual triunfo de Biden y se está procediendo a un revisión de los votos emitidos, en algunos casos mediante un recuento manual de la totalidad de la votos como el el caso de Georgia, donde la diferencia que separa a ambos candidatos era hasta ayer de apenas 14.000 votos en un estado cuyo ganador se llevará los 16 miembros que le corresponden en los Colegios Electorales. Márgenes igualmente reducidos se presentan en otros estados, aunque matemáticamente algunos analistas señalan que resulta difícil el triunfo que reclama Trump, lo cierto es que la incertidumbre planteada mantiene en vilo a los EEUU.

Pero volvamos al caso de Venezuela. Nunca unas elecciones en los EEUU habían despertado tanta incertidumbre. Muchos creen que un triunfo de Trump aceleraría una salida a la situación en nuestro país. Sin embargo, la realidad es que ante el tema venezolano tanto Demócratas como Republicanos han asumido un posición de carácter bipartidista, aunque sin duda podrían presentarse diferencias tácticas a la hora de abordar el problema. Nada podemos hacer nosotros que pueda influir en el resultado de aquella contienda electoral. Allá no tenemos arte ni parte.

Debemos por tanto concentrarnos en lo que sí podemos y debemos hacer. Debemos enviar un claro mensaje, a quien quiera que resulte ganador, de que la inmensa mayoría de los venezolanos está inconforme con lo que ocurre en nuestro país. Debemos manifestarle a la comunidad internacional que estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para recuperar la democracia que nos han arrebatado. Debemos expresar que no nos hemos resignado ni nos resignaremos a que un grupo minoritario nos haya sumido en la pobreza, que haya transformado a nuestra nación en un factor de inestabilidad toda la región y que haya obligado más de 5 millones de compatriotas a abandonar su país.

Se nos presenta una oportunidad de oro para hacerlo. Entre el 5 y el 12 de diciembre tendrá lugar la Consulta Ciudadana. En lugar de preocuparnos por los resultados de las elecciones americanas, concentrémosnos en el inmenso aporte que sí podemos dar a una salida en Venezuela.

Tenemos que demostrarle al mundo que estamos luchando y que además somos mayoría. La autoridad moral de nuestro grito de angustia ante la comunidad internacional se fortalece si, tal como lo planteó la Conferencia Episcopal, no sólo nos abstenemos en las inconstitucionales elecciones parlamentarias que convoca un régimen que ya no forma parte de la comunidad democrática, sino que juntos -sociedad civil y partidos políticos- estamos agotando todos los mecanismos pacíficos para propiciar un regreso de Venezuela a esa comunidad.

Tenemos que volver a lo que establece nuestra Constitución conforme a cuyo Artículo 5, “la soberanía reside intransferible ente el el pueblo” y que el pueblo podrá ejercer esa soberanía de manera vinculante mediante la Consulta Popular prevista en el Artículo 70 de esa misma Carta Magna.

Sólo entonces habremos agotado nuestras posibilidades y podremos pedirle con autoridad a la Comunidad Internacional el auxilio que se desprende de los diferentes tratados suscritos por Venezuela y que son constitucionalmente aplicables a la tragedia que un sufre el país.

José Toro Hardy, editor adjunto de Analítica

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Un comentario

  1. Numerosos factores y corrientes llaman activamente a la abstención en consulta popular por considerar que la misma tuvo lugar en 2017 en modalidad de plebiscito. Nos consumimos en la diatriba entre votar o no votar. Pugnacidad en este contexto ni sana heridas ni promueve unidad.

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