Por qué no escribimos
¿Qué podemos decir que no se haya dicho?. ¿Cómo expresar la angustia y el pesar que sentimos por el rumbo que lleva hoy día nuestra nación?. ¿Cómo hacernos oír al decir que la irresponsabilidad administrativa y financiera de hoy conducirá a una mayor pauperización mañana? . ¿Cómo recordar que el autoritarismo prevaleciente está sembrando cada día las semillas de su propia implosión y el engendro de un caos inconmensurable?
¿Qué debemos hacer? Organizar nuestras ideas y nuestras acciones para contribuir a cimentar las bases ideológicas de un proceso de cambio en el país a mediano plazo. Los peores enemigos de los venezolanos han sido el inmediatismo y la falta de solidaridad social. También el no entender que a la sociedad no la cambia ni un hombre solo, ni un Mesías, sino la voluntad de todos nosotros unidos bajo un mismo propósito.
Ahora, en cada rincón de nuestra geografía, debemos propiciar el encuentro entre venezolanos de buena voluntad para buscar respuestas a las razones que nos han llevado a donde estamos hoy y formular ideas que abran caminos para modificar las causas que nos mantienen en éste círculo vicioso de un recurrente y estéril populismo.
Si algunas veces en nuestra historia algunos fueron capaces de motivar a los demás en la búsqueda de la libertad, de la justicia y de la solidaridad, no vemos por qué razón no podemos volver a transitar juntos ese sendero e iniciar, cada uno, con su pequeño grano de arena, la construcción de ese país que todos hemos soñado algún día.
