El Editorial

¿Qué hacer?

No nos referimos al celebre texto de Lenin sino a cómo enfrentar a un régimen que cada día es más autocrático e ineficiente . Para enfrentar a Chávez, con alguna posibilidad de éxito, se requiere seleccionar a un candidato para las elecciones presidenciales de 2006 lo antes posible. Esto por varias razones: La primera para que éste liderice a la oposición en el proceso para la escogencia y designación de un CNE confiable y para la fijación de procedimientos que aseguren la mayor transparencia posible en el sistema electoral. En segundo lugar se requiere que el candidato seleccionado tenga tiempo suficiente para recorrer los sectores populares afines a Chávez y presentarles alternativas creíbles de lo que haría su gobierno de ser electo, y por último conformar un gabinete de sombra que analice los logros y desaciertos de la presente administración y presente soluciones viables para asegurar a los más desfavorecidos que no solo serán tomados en cuenta como votantes sino como ciudadanos. También es importante considerar que al designar la oposición a un líder éste se convierte automáticamente en un interlocutor privilegiado con el resto del mundo, elevando así el nivel de reconocimiento internacional en la lucha que se realiza en Venezuela para restablecer una democracia funcional

Para poder triunfar hay que evitar caer en el terreno en el que Chávez ha sido más exitoso, el de la confrontación. Hay que presentar ideas y soluciones con firmeza pero sin caer en las provocaciones que polarizan el electorado en a favor o en contra de Chávez. Se necesita una persona y un equipo que sean capaces de formular políticas económicas y sociales que beneficien a la mayoría de la población. No se puedeesperar milagros pero se requiere inspirar fe y confianza. La mejor arma es ser competente y tolerante a la vez. Ser firme en las creencias y responsable en la acción. Ser capaz de entender que no todo lo que se ha hecho en estos años es repudiable y señalar qué debe hacerse para resolver los problemas mas acuciantes de la sociedad venezolana en su conjunto entre estos son fundamentales: aumentar el empleo, disminuir la pobreza, reducir las causas de la inseguridad ciudadana, mejorar la seguridad social, y crear las condiciones necesarias para solucionar el problema de la vivienda y reducir la inflación. Es cierto que la agenda es vasta y no todos los problemas se pueden resolver al mismo tiempo, pero si quien está llamado a conducir al gobierno es honesto e ideológicamente sólido las probabilidades de éxito serán mayores.

A la oposición le queda la oportunidad de pensar más con el cerebro que con el hígado y entender de una buena vez que si no se une detrás de un hombre honesto, firme y sólido, se quedará rumiando por muchos años mas en las causas de su derrota por no haber sido capaz de consolidar su fuerza en una sola dirección. Cuando hay la voluntad de vencer no es difícil seleccionar el candidato. Lo único que se requiere es analizar los hechos y entender que si no se hace ahora mañana será demasiado tarde y que invocando al 350 no se logrará cambiar el gobierno actual.

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