Todos para una patria
Siéntese un momento y escuche con calma el Alma Llanera de Pedro Elías Gutiérrez, levante la mirada y escuche aquel Canto a Caracas de Billo Frómeta, eche al viento los recuerdos y envuélvase en esa Venezuela imperfecta, pero generosa y cordial, que los criminales están destruyendo en nuestras narices para embolsillarse los restos.
Siéntese un momento frente a un espejo o mírese a sí mismo, vea allí al culpable, porque ni el chavismo, ni el castrismo, ni las banderas foráneas en nuestro territorio llegaron solos, por generación espontánea, ni los militares son poderosos sólo porque tengan armas, ni los políticos roban porque el dinero esté a libre disposición en mesas.
La Venezuela de hoy, esa de la cual tanto nos quejamos, la modelamos nosotros mismos, por obra y por omisión. Los políticos de la denostada Cuarta República de cuarenta años de democracia, quizás se confiaron en exceso, creyeron que la democracia era su presencia y no su esfuerzo y compromiso, y así como los adecos dejaron caer a Pérez, y Caldera creyó que por ser fundador tenía el puesto de permanente candidato presidencial, todos ellos -junto con cada uno de nosotros- dejamos a caer a Venezuela en esta sepultura de codicia desatada, de incompetencia, de desgüace moral.
Hoy seguimos esperando que otros tomen las riendas y corran los riesgos que nosotros debemos tomar y correr. Nosotros, todos, porque igualmente responsables somos los capitalinos, los llaneros, los andinos, los guayaneses, los orientales, los maracuchos. Hemos perdido la Patria que sólo conservamos en algún discurso ocasional. Y no la tendremos de nuevo, ni como la recordamos ni como la soñamos, hasta que no estemos, todos, dispuestos a construirla con nuestras propias manos. Porque la Patria, la nación, no es una recompensa, no es el premio de una rifa, es una conquista personal.
De cada uno, porque uno mas uno, somos todos. Uno es una isla; todos, somos Patria.
El periodo de la Cuarta República fue reconocido como el periodo constitucional más largo que ha existido en la historia contemporánea de Venezuela, siendo esta de 169 años, sin duda alguna una gran cantidad de años entre las cuales existieron 22 constituciones que presentaban un contenido análogo una sobre la otra pero siempre promoviendo el beneficio hacia la burocracia y el intervencionismo extranjero.
En otras palabras, cada presidente se dio la tarea de realizar una modificación a la constitución de la manera que él quisiese, hasta que llegó Hugo Chávez en 1999 para practicar el referéndum constitucional e implementar la Quinta República.
Debemos saber qué se quiere hacer referencia cuando se habla de la “Cuarta República” y es que es un término que se implementó cuando en Venezuela se dio el llamado Pacto de Punto Fijo, que nace en el año 1958 y desde entonces diversas polémicas comenzaron a surgir por descubrimientos de hechos autoritarios por parte de funcionarios públicos y también por casos de corrupción que dieron lugar hasta que en 1999 el ex-presidente Hugo Rafael Chávez Frías toma el poder y decide realizar una reforma constitucional para cambiar el nombre del país a República Bolivariana de Venezuela y es allí donde termina la época de la “Cuarta República”.
La democracia venezolana ha confrontado una etapa de transición que no concluye. La crisis surge a raíz del declive de los partidos políticos como puentes idóneos para dirimir el conflicto social sigue vigente. Ello ha minado las formas representativas de pensar la democracia y sus instituciones políticas de la mano de la ingobernabilidad política.