Un camino diferente
Hubo un tiempo en el cual surgieron partidos políticos frescos, vigorosos, llenos de novedades y retos, que insurgieron con éxito contra las desgastadas tradiciones de esa época, el conservadurismo, el liberalismo, el federalismo, el tachirensismo, el militarismo y la democracia rica por el petróleo y sin conocimiento para desarrollarse a sí misma. Sin precisar fechas, han pasado 80 años.
En ese tiempo China pasó de la miseria campesina al enfurecido industrialismo y comercialismo de hoy, Inglaterra perdió su imperio mundial, Alemania inició y perdió dos guerras mundiales que la arrasaron y de ambas resurgió como potencia mundial, Japón pasó de una monarquía feudalista y militar a ña desolación nuclear y una democracia fuerte y altamente productiva, Rusa avanzó a sangre y fuego de una monarquía injusta e ignorante al comunismo represor y asesino y a la prosperidad actual en desarrollo.
Venezuela sólo sustituyó los viejos partidos por nuevos con caras diferentes y los mismos egoísmos, los dirigentes y los militares sólo cambiaron una democracia en decadencia por un socialismo sin principios ni ideología. Seguimos siendo país de caudillos y alcabalas.
Llegó el momento de cambiar la servidumbre y las apariencias por la ferozmente rápida tecnología que exige pensamiento joven y espíritu emprendedor, el orgullo de recoger al país del pantano para investirlo con los retos de la informática.