El Editorial

Venezuela cambiará inexorablemente

Bill Clinton acuñó aquella lapidaria frase: «estúpido, es la economía» y con ella le ganó las elecciones a George Bush.

Hoy en Venezuela estamos padeciendo un descalabro económico de una dimensión, hasta ahora, desconocida por el pueblo venezolano.

No sólo tenemos la inflación más elevada del planeta y además adolecemos de un desabastecimiento crónico que, contrariamente a lo que pretende hacer creer el régimen, no es causado ni por una guerra económica, ni por los buhoneros, sino por errores fundamentales en la política económica.

A esta gravísima situación se le añade la dramática caída de los precios del petróleo, que no son producto de una acción malvada del imperio, como pretende explicar Nicolás Maduro, sino de algo más elemental como lo es la ley de la oferta y la demanda.

Las condiciones estarían dadas para que se imponga, les guste o no a los ideólogos del régimen, la reestructuración de un modelo económico fracasado.

El ejecutivo tendrá que eliminar el desquiciado régimen cambiario actual, dejar de regalar interna e internacionalmente la gasolina y el petróleo, así como poner orden en las finanzas públicas para detener el voraz déficit público y dejar de alimentar la inflación emitiendo dinero inorgánico.

Eso, quiéranlo o no producirá grandes cambios y si no los hacen también. Para usar una expresión criolla o los agarra el chingo o los agarra el sin nariz.

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2 comentarios

  1. Ha bastado que el precio del petroleo haya descendido tan abruptamente para que de inmediato se sientan los efectos desbastadores de la dependencia de ese producto tan vital para la economía venezolana. Y es que han pasado algo mas de quince años de gobierno ´´socialista´´ y ahora nos venimos a enterar de que producimos menos y de manera ineficiente, al punto de que importamos gasolina y el ciudadano hace inmensas colas para llenar el tanque de sus vehículos ; también, y que tenemos gigantescas reservas de gas, pero no se consigue una sola bombona de gas doméstico. Y el fenómeno se reproduce en todos y cada uno de los sectores de la economía nacional. Un descalabro absoluto.

    Todo ese ´´maquillaje´´ propagandístico del gobierno se está viniendo abajo, pues la realidad nos dice algo completamente diferente : el ciudadano vive en el mundo de las precariedades y las carencias. Y es que hasta los miembros de la ´´hermandad socialista´´, se cuidaron muy mucho de no emular el modelo de la revolución bolivariana, pues lo cierto es que esta experiencia nuestra ha terminado por quedar expuesta como lo que realmente es : un saqueo a mansalva por una casta enquistada en el poder y que usufructúa el mismo como cosa propia.

    La verdad es que no tiene sentido alguno el que permanezcan gobernando este país, pues han demostrado que no estaban preparados para ello ni lo saben administrar. Y es que salvo hablar y hablar, nada han resuelto y todo lo han agravado al punto, de que nuestra supervivencia como nación corre grave peligro. ¿ Rectificación ?. Ello es imposible, pues tampoco tienen el conocimiento necesario para implementar las medidas necesarias de manera coherente y eficiente ; y hasta mejor es no tocarles el tema, pues seguramente el resultado final sería un desastre peor que el anterior. Estamos como que ´´atrapados y sin salida´´, salvo que ocurra un milagro.

    Pareciera que en lo inmediato el ´´parche´´ a aplicar, será mas devaluaciones y continuar produciendo dinero inorgánico, mas medidas impositivas de corte fiscal para obtener mas efectivo con el que apalancar el gato corriente. O sea, exprimir el bolsillo de los contribuyentes en medio de una inflación desbordada y un desabastecimiento casi absoluto que le deja pocas opciones al consumidor final. Y es que la situación va camino a institucionalizar el mercado negro y el estraperlo en medio de esta ´´economía de guerra´´ a la que estamos sometidos y que tiene su causa en la ´´guerra económica´´, que le ha declarado el gobierno a todo el pueblo venezolano. Y es que en el sector alimentos, si eliminas a los buhoneros, tendrás que buscar a quien distribuya tales bienes de manera clandestina y hasta seguramente pagar un poco mas. Otro ´´torniquete´´ en contra del principio de la oferta y la demanda,aun a sabiendas de que son funcionarios los que surten de tales bienes a los susodichos ´´empresarios informales´´. Es un círculo vicioso difícil de romper.

    Pueden poner el dólar al precio que sea, pero si no tienes acceso a él de manera libre, quedamos en las mismas. Aquí terminamos cayendo en manos de los que manejan el ´´paralelo´´ y el único consuelo que le queda al consumidor de dicha mercancía, es que lo mejor que se puede hacer es liberarse de los bolívares que no tienen ningún valor real y sirven para muy poco, y canjearlo por la divisa norteamericana o por euros. No queda otra alternativa. Otro círculo vicioso muy difícil de vencer.

    Es evidente que lo planteado por el EDITORIAL de hoy es la solución, es lo que se debería hacer, pero no se hace. Y no se hace, porque no hay la voluntad política para ello. Es mas sencillo dejarse llevar por la inercia de los acontecimientos, pues al fin y al cabo, para ellos la ´´ley del garrote´´ es dentro de su mentalidad represiva el mejor argumento del que disponen. Sin embargo, si intuimos que algo se esta desmoronando dentro del ´´chavismo´´, pese al uso abusivo pero incoherente de hacernos convivir con un muerto como si estuviese vivo. Algo hasta morboso indudablemente y que parece que por boca de nuestro presidente, no les está funcionado muy bien. Quizás, el desenlace de tantas contradicciones acumuladas, no esté en manos del régimen, sino en nosotros mismos y en nuestra capacidad para acelerar los tiempos y provocar el cambio inevitable y necesario.

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