Venezuela unida habló

El 23 de enero de 2019 será, definitivamente, una fecha histórica fundamental en nuestra larga y convulsa lucha por afianzar la democracia y la libertad en Venezuela.

Este día hubo un hecho único en la historia de las naciones, la realización simultánea de 53 cabildos abiertos en distintas ciudades a lo largo y ancho de nuestro país.

Lo asombroso fue que en todos ellos las multitudes que se volcaron a las calles y avenidas del país mostraban un país que reclama unido. Allí no había diferencias de clases sociales, ni de ideologías políticas. Los chavistas se daban la mano con sus antiguos adversarios y con una sola voz o un solo grito clamaban, al unísono ¡Libertad, libertad, Maduro vete ya!

Naturalmente, el régimen pretendió contrarrestar la furia popular y convocó, como siempre, sus contramarchas, que fueron esta vez bien escuálidas, para usar la expresión que tanto les gustaba pronunciar para descalificar a los sectores del país que se les oponían.

La otra modalidad para impedir las manifestaciones pacíficas fue la de utilizar a la Sala Constitucional del ilegítimo TSJ, para declarar fuera de lugar las marchas, por no haber sido previamente permitidas por las autoridades oficialistas. El pueblo unido ignoró esa orden y la represión policial no pudo o no quiso, lo que estará por verse, contener el tsunami político que llenó todos los espacios en los que fueron convocados los cabildos por la Asamblea Nacional.

Ya en la tarde del 23 de enero, en Caracas, el Presidente de la AN, se juramentó, ante los miembros presentes del Parlamento y ante el pueblo congregado, no sólo en ese Cabildo, sino ante los otros 53 de toda Venezuela, como Presidente interino de la República, con base en los artículos de la Constitución de 1999 que lo facultan para ello.

Ahora viene una etapa política en la que todas las instituciones del Estado venezolano deben acatar las órdenes del único y legítimo Presidente Constitucional y someterse a las leyes que faciliten una salida incruenta a la crisis y permitan que se lleve a cabo la ayuda humanitaria, así como el inicio de la recuperación económica, social y política de nuestra nación, signada por el espíritu de la reconciliación y de la inclusión de todos para sacar adelante a este gran país llamado Venezuela.