Mundo Empresarial

El arte de gestionar el cambio en las empresas

Por: Gerardo Urdaneta

Uno de los retos más importantes que enfrenta el mundo empresarial de hoy, es la gestión del cambio generacional.

Una nueva era en que la gestión del capital humano se basa en la construcción de redes de interacción, colaboración e intersección de talentos, que hace mucho mas inteligente el acontecer de las organizaciones, pero aun más complejo el desempeño de los equipos. El factor clave es la manera como el liderazgo aborda de manera adecuada su labor motivadora y catalizadora como agente de transformación.

Nuevas dinámicas de interacción marcan el ritmo del equipo

Es imposible hablar de una empresa moderna, si esta a su vez no se ha preocupado por investigar acerca de los hábitos y dinámicas que hacen más productivo y dinámico el ambiente laboral para las nuevas generaciones de trabajadores. Muchas empresas (hablando del entorno venezolano) aun mantienen en sus políticas la prohibición del uso del internet o de las redes sociales dentro de sus instalaciones, siendo este un factor opuesto a la realidad de un mundo que está en constante conexión. Estas políticas efectivamente cohíben a los trabajadores del uso libre del internet, pero ignoran el cada vez mas creciente uso de los teléfonos inteligentes, a través de los cuales los mismos individuos a los que se les prohíbe el uso del internet corporativo, generan redes alternas de mensajes y comunicaciones a través de sus teléfonos celulares. Otra práctica de nuestro entorno empresarial venezolano es intentar comunicarlo todo a través del antiguo correo electrónico, menospreciando el poder de la comunicación cara a cara, del mensaje oral bien comunicado y acompasado del lenguaje corporal y de las nuevas dinámicas audiovisuales.

La narrativa del líder y su coherencia para inspirar a otros

Quisiera contarles una anécdota de hace un par de años cuando trabajaba en un reconocido grupo financiero internacional. Para esa fecha, habían nombrado un nuevo director corporativo para el sector bancario del grupo. En su resumen curricular, esta persona mencionaba su capacidad de innovar, además de sus credenciales como agente de cambio para un importante banco del cono sur.

Mi expectativa e ilusión eran muy grandes, pues en ese momento yo ocupaba la Vicepresidencia de Innovación y Estrategia corporativa para uno de los bancos del grupo, lo cual me auguraba un futuro de proyectos y realizables que en mi criterio serían la oportunidad de desarrollar al máximo a la empresa. ¿Cuál fue la realidad? En la primera reunión, el citado directivo tocó tres temas que en su criterio debían ser considerados para avanzar de manera correcta:

  1. Habló de lo improductivo que podía llegar a ser un trabajador que usa el internet en su puesto de trabajo.
  2. Lo molesto que podía ser, para él, que alguno de los ejecutivos que participara en sus reuniones usara constantemente el celular para interactuar con personas que ni siquiera estaban en el lugar.
  3. Que debíamos borrarnos de la mente cualquier proyecto que significara la incorporación de tecnología o de cambios dramáticos en la manera de hacer las cosas.

Para sorpresa de este directivo, las tres cosas venían desarrollándose sin inconvenientes en nuestro entorno laboral, ¿saben por qué?

  1. Todos los trabajadores tenían acceso al internet y a redes sociales internas, tales como Intranet, Link o Yammer, lo cual facilitaba la interacción directa y grupal, para celebrar victorias, seguimiento de entregables y revisión de áreas de oportunidad.
  2. A nivel gerencial, habíamos facilitado una serie de aplicaciones móviles, como Trello, que facilitaba llevar el registro de los acuerdos y decisiones tomadas en las reuniones a través del teléfono celular o tablet.
  3. Ya estábamos en pleno desarrollo de dos grandes proyectos que en el futuro nos conectarían con el concepto de big data y de la arquitectura de datos necesarios para crear una ventaja competitiva con la información de nuestros clientes.

Como lo podrán notar en la anécdota que acabo de narrarles, el liderazgo de hoy no se puede ejercer con el mismo estilo de hace 30 años, que aun cuando nos dejó mucho aprendizaje y disciplina, hoy demanda nuevas maneras de abordar los problemas y centra su foco en la escucha activa, la socialización, la redarquía y la adhocracia como principales elementos de interacción y dirección de equipos.

Los nativos digitales marcarán la diferencia en los próximos años

En un estudio realizado en 2015 por la Cámara de Comercio de Estados Unidos, se estima que desde el punto de vista generacional, en 2020 las organizaciones estarán compuestas apenas por 20% de la generación conocida como “Baby Boomers” (nacidos entre 1946 y 1964), pero la proyección nos dice que a partir de 2025, esta cifra se reduce apenas a 8%, cediendo cada vez mas poder a líderes de la generación “X” (1965-1979) y en 2030 en una mayor proporción, en líderes de la generación “Y” (1980-1999).

Estas cifras son reveladoras, considerando que la simplicidad de los procesos organizacionales, la automatización, la conectividad, las herramientas para la socialización y la arquitectura de datos, deben ser una labor para el liderazgo actual, en su tarea por entregar el testigo de la manera más adecuada en la carrera por la sostenibilidad y continuidad de las empresas.

Será hasta una próxima entrega, para seguir compartiendo más acerca del apasionante mundo de la innovación y el desarrollo de la capacidad adaptativa empresarial.

¡Lo mejor es lo que viene!

Gerardo Urdaneta

Especialista en Innovación Empresarial, Coach & NBI Practitioner.

Twitter: @Gurdaneta3

Linkedin: https://ve.linkedin.com/in/gurdaneta3

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