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Colchones viscoelásticos: para un dormir reparador y placentero

Luego del trajinar que demanda la cotidianidad, el ser humano necesita el efecto relajante de un dormir plácido y reparador, que le permita empezar de la mejor forma la nueva jornada. Para conseguir un descanso tranquilo, que brinde bienestar y genere beneficios en la salud, uno de los asuntos que cobra mayor relevancia, es el referido a la escogencia de un colchón lo más cómodo posible, que se adapte a la fisonomía corporal y sea agradable. En este sentido, el denominado colchón viscoelástico es muy requerido en la actualidad por las propiedades que posee, ideales para un reposo placentero.

El material viscoelástico fue desarrollado por la NASA en la década de 1960, en plena carrera espacial, con el fin de aliviar la presión ejercida por la fuerza de la gravedad experimentada por los astronautas durante el despegue. El viscoelástico es un material viscoso y elástico que cuenta con ambas propiedades al deformarse, y que produce un efecto huella de memoria cuando se ejerce presión y transmite calor sobre el mismo, pero recupera su forma original lentamente. A esta recuperación se le llama resiliencia (high resilence), capacidad que tiene el material de volver a su forma original.

Su uso está arraigado en la industria automotriz, textil, construcción, mobiliaria, y especialmente en el ámbito hospitalario, ideal para pacientes con problemas lumbares o que tienen mucho tiempo postrados en la cama. Estas características positivas hacen del colchón viscoelástico un producto altamente solicitado dentro del mercado de este rubro.

Un sueño a tu alcance

Es importante saber algunas de las particularidades más resaltantes del colchón viscoelástico, y que permitirán tomar una mejor decisión al momento de decidir usarlo o no:

  • Densidad. Los colchones de viscoelástica pueden tener diferentes densidades, parámetro que se mide en Kg/m³ (kilogramo por metro cúbico). La densidad está ligada a las cualidades del producto y también a la durabilidad de los materiales empleados para elaborar el colchón. Para el usuario, es pertinente conocer que una densidad alta eleva el rendimiento del colchón y alarga su vida, en comparación con una densidad menor. Así, la densidad aconsejable se cifra en aproximadamente los 55 Kg/m³.
  • Núcleo. Los colchones de viscoeslástica son mixtos, compuestos por un núcleo que puede tener distintas formaciones, con el añadido de capas de material viscoelástico que les brinda confort. En cualquier caso, dependiendo de las necesidades particulares, se seleccionará determinado núcleo. Los más comunes son: muelle bonell, muelle ensacado multispring, espuma HR (con alta resiliencia) y látex.
  • Caras. Normalmente, este tipo de colchón se encuentra tapizado por un solo lado con la propiedad viscoelástica, por lo que se recomienda utilizar esa área para aprovechar todos los beneficios que concede el material. Igual, no hay inconvenientes si el cuerpo se apoya en la cara con prestación normal, aun cuando ya existen presentaciones que ofrecen los beneficios del viscoelástico en ambas caras.
  • Temperatura. El viscoelástico es sensible a la temperatura, lo que trae como efecto que se hace más suave con el calor y se endurece con el frío, pero esto no implica que genere calor. Siendo un material atérmico, no produce algún tipo de temperatura en la persona que reposa en el mismo, aunque es probable que cuando se use en las primeras ocasiones se experimente una sensación de calor producida por la capacidad de adaptación del material al cuerpo. De todos modos, existen en el mercado diversos modelos que potencian la transpiración del tejido.

Cuidando el descanso

Para un correcto mantenimiento del colchón viscoelástico y así conservar sus propiedades, es esencial llevar a cabo una serie de cuidados básicos que garanticen también su durabilidad, estimada en alrededor de 10 años. Por una parte, se debe mantener en la habitación en el rango de temperatura entre los 15 y 20 grados centígrados y una humedad entre el 45% y 60%. En cuanto a su protección, corresponde cubrirlos con una funda, que debe ser flexible, elástica y transpirable. Hay que evitar usar sábanas, colchas u otros accesorios que impidan una correcta transpiración.

Asimismo, en colchones no desenfundables, no es adecuado limpiarlos al seco o humedecerlos, por lo que se sugiere sencillamente airearlos cada mañana, así como impedir que los niños salten sobre el colchón. Estos y otros cuidados mínimos, permitirán disfrutar de todos sus atributos.

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