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La Planificación Familiar: Una herramienta clave para el bienestar de la pareja

¿Quiero tener hijos?, ¿cuántos hijos puedo tener?, ¿es el momento indicado para tener otro hijo? Son algunas de las preguntas recurrentes, cuyas complejas respuestas dependen de muchas variables que pueden ser analizadas y respondidas con el apoyo de la Planificación Familiar

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de julio de 2017, se calcula que en los países en desarrollo unos 214 millones de mujeres en edad fecunda desean posponer o detener la procreación pero no utilizan ningún método anticonceptivo moderno, debido a diferentes motivos, entre los que destacan: la poca variedad de opciones y acceso limitado a la anticoncepción, particularmente por parte de los jóvenes, solteros y los segmentos más pobres de la población. Entre otras razones también se menciona el temor a los efectos colaterales; la oposición por razones culturales o religiosas; los servicios de mala calidad y las barreras de género.

Esta situación es recurrente en el mundo. La OMS afirma que la necesidad insatisfecha de anticoncepción sigue siendo alta a escala global. “Esta falta de equidad está impulsada por un aumento de la población y una escasez de servicios de planificación familiar. En América Latina 10,7% de las mujeres en edad fecunda tienen una necesidad insatisfecha de anticonceptivos modernos; en Asia esta cifra se ubica en 10,2% mientras que África encabeza la lista con 24,2%”, según lo expresa el Trends in Contraception Worldwide 2015, realizado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas.

Ante esta realidad, la planificación familiar y los anticonceptivos son la opción más asequible para reducir la necesidad de recurrir al aborto, reforzar el derecho de las personas a decidir el número de hijos que desean tener y el intervalo entre embarazos. Y prevenir la muerte de madres y niños, al evitar los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual con el uso de preservativos.

El Dr. Johnny De Oliveira, ginecólogo de la Clínica Santa Sofía, explica que la planificación familiar a través de los métodos anticonceptivos permiten decidir a las mujeres y sus parejas si quiere embarazarse, en qué momento, el número de hijos que desean y el tiempo de espera entre embarazos. Sin embargo, “en Venezuela se registra la más alta tasa de embarazo adolescente entre los países de Suramérica, con 101 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años de edad, cifra obtenida por el diagnóstico mundial 2012 llevado a cabo por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Hasta hace solo 20 años la salud sexual y reproductiva se mantuvo en un segundo plano ante prioridades como el agua, el alimento y el albergue”.

Además destaca que según estadísticas de la UNFPA, “aproximadamente 55% de la población actual venezolana son niños y adolescentes, quienes en los próximos años podrían entrar en la edad reproductiva y laboral. Por ende, su nivel educacional, estado de salud y disposición para asumir responsabilidades, determinarán su propio futuro y el del país”.

El Dr. Oliveira comparte información de PLAFAM (Asociación Civil de Planificación Familiar) la cual considera de suma importancia la debida educación sexual desde el hogar y la escuela, con el objetivo de ir disminuyendo el número de embarazo precoz y las enfermedades de transmisión sexual a temprana edad, junto a todas las consecuencias que acarrean en la vida de los más jóvenes.

“Es indiscutible la necesidad de que los servicios de planificación familiar estén ampliamente disponibles y sean accesibles para toda persona sexualmente activa, en particular los adolescentes. “Es tarea de todos facilitar la asesoría y la adquisición de pastillas anticonceptivas, preservativos y otros métodos de planificación familiar”, acotó.

Para la Organización Mundial de la Salud, la Planificación Familiar facilita la toma de decisiones fundamentadas con relación a la salud sexual y reproductiva de la mujer y le brinda la oportunidad de mejorar su educación y participar más en la vida pública a través de un empleo remunerado. Además vale la pena considerar, que al tener una familia pequeña, se propicia que los padres dediquen más tiempo a cada hijo.

“La OMS es clara al afirmar que la promoción de la planificación familiar resulta esencial para lograr el bienestar, la salud y la autonomía de las mujeres, reducir la mortalidad infantil y la materna, disminuir la tasa de embarazos no deseados, especialmente en adolescentes y mujeres con alto riesgo, evitar los abortos peligrosos, controlar el crecimiento de la población y el desarrollo de las comunidades; teniendo una repercusión positiva”, acotó el Dr. De Oliveira.

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