Mejor calidad de vida para quienes padecen de artritis reumatoides
Existen terapias que, aplicadas a tiempo, pueden frenar la evolución de esta enfermedad y sus consecuencias
Tareas tan sencillas como abotonarse la camisa, sentarse y levantarse de una silla, hacer labores del hogar o el trabajo y realizar actividades recreativas, pueden verse afectadas o impedidas a causa de la artritis reumatoide. Pero no tiene porque ser así; existen drogas modificadoras de la enfermedad, que pueden variar los síntomas y evolución de la patología, evitando el daño si son aplicadas entre los tres y seis meses antes de su progreso.
La Dra. Verónica Liendo, especialista en Reumatología, explica que existen agentes biológicos que cambian en forma radical el futuro del paciente. Estas herramientas terapéuticas se dividen en: anti factor de necrosis tumoral -anti TNF- y más recientemente los no anti TNF, entre los que se encuentran Tocilizumab y Rituximab. Estos últimos son una excelente alternativa en pacientes en quienes las drogas modificadoras de la artritis reumatoide y los anti TNF han fallado.
La terapia farmacológica también puede realizarse combinando principios activos como el Tocilizumab o el Rituximab y drogas modificadoras de la artritis reumatoide, demostrando eficacia en el alivio de la enfermedad y sus consecuencias.
La doctora Liendo manifiesta que, a pesar de que las drogas modificadoras son eficaces, el tratamiento comienza a hacer efecto aproximadamente un mes después de su inicio, es por ello que recomienda utilizar los llamados antiinflamatorios no esteroideos y los esteroides a baja dosis cuando se presente una crisis inflamatoria.
La artritis, enfermedad crónica caracterizada por el ataque que realiza el sistema inmunitario contra algunas partes del cuerpo, limita funcionalmente las articulaciones de las manos y pies de forma simétrica, y puede causar deterioro en rodillas, codos, hombros, caderas y la columna vertebral.
La enfermedad se manifiesta a través de dolores que empeoran en la noche y a primeras horas de la mañana, cuando se presenta rigidez durante aproximadamente 45 minutos, que se alivia con el ejercicio a lo largo del día. Los pacientes pueden presentar fatiga, decaimiento y son comunes alteraciones como anemia, elevación de los reactantes inflamatorios como la proteína C reactiva y la velocidad de sedimentación globular.
La población más susceptible a presentar artritis reumatoide es aquella con edades comprendidas entre los 40 y 50 años y las mujeres tienen tres veces más probabilidad de sufrirla, debido a que los estrógenos estimulan los linfocitos T involucrados en la enfermedad.
El trastorno, de causa desconocida, se diagnostica a través de pruebas de laboratorio como el factor reumatoideo y, más recientemente, con el anti-péptido cíclico citrulinado (anti CCP).
