Mujeres al volante
Cada vez son más las mujeres que deciden asumir el oficio de taxistas para contribuir al sustento de sus familias. Estas féminas cuentan con herramientas tecnológicas como Easy Taxi, que facilitan su labor cotidiana
Cada vez son más las historias de mujeres emprendedoras y luchadoras como Lily Romero, una orgullosa madre y trabajadora que decidió dedicarse al oficio de taxista para cubrir las necesidades de sus tres hijos. Luego de haberse desempeñado como secretaria, y en vista de su necesidad de hallar una actividad productiva que le permitiera ganar más dinero, sin tener que permanecer varias horas detrás de un escritorio, ella optó por ganarse la vida conduciendo su propio carro.
Su trayectoria como taxista empezó en Petróleos de Venezuela, donde permaneció tres años, luego decidió asociarse a una línea, y desde hace un año se afilió Easy Taxi. Para ella, la ventaja de contar con una herramienta tecnológica para gestionar traslados, radica en que puede disminuir la cantidad de horas que transcurren mientras hace recorridos en busca de pasajeros, ya que la aplicación le permite ponerse en contacto con usuarios que se encuentren en zonas adyacentes a su ubicación.
Por otro lado, Yuzet Sequera, administradora y cursante de postgrado en finanza, trabajó por dieciséis años en un banco, y de un año para acá tomó la decisión de independizarse y empezó a vender papel; luego incursionó en el negocio de la charcutería en alianza con una amiga y en abril de este año, gracias a la iniciativa de una compañera que se afilió a Easy Taxi, decidió usar su carro como negocio y trabajar como taxista en la zona metropolitana de Caracas.
Ambas damas coinciden en que la ventaja de ser taxista es que pueden dedicarle más tiempo a su hogar y es un trabajo bien remunerado. Además han notado una buena receptividad de los clientes con respecto al uso de la aplicación Easy Taxi, ya que es fácil de usar, los lapsos de espera son cortos, reciben información de quién les ofrecerá el servicio y cuentan con un tarifario.
Asimismo, comentaron que la afinidad con los clientes ha sido fenomenal, en especial con las mujeres, ya que se sienten más seguras y cómodas cuando las lleva otra dama. Yuzet y Lily son fiel ejemplo de la mujer venezolana, emprendedora, guerrera, y orgullosa de su trabajo; sobre todo, nunca pierden su femineidad a la hora de tomar las llaves de su carro y empezar a recorrer la ciudad como taxista.
